TEGUCIGALPA.- Un grupo de antiguos empleados del diario Tiempo de Honduras, que pertenece al Grupo Continental, acusado por EEUU de lavado de activos, exigió hoy el pago de prestaciones laborales a unos 285 trabajadores tras la suspensión de la edición impresa del medio en octubre del 2015.
Los manifestantes se apostaron en las inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia de Honduras para exigir al titular del poder Judicial, Rolando Argueta, que resuelva un recurso que presentaron en febrero pasado contra el representante legal de Editorial Honduras (Diario Tiempo), Carlos Rosenthal.
«Al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta, solicitamos que garantice la transparencia y agilidad en la aplicación de justicia en este caso, cuyos únicos responsables son los miembros de la familia Rosenthal por haber cerrado operaciones y haber dejado abandonados a todos los trabajadores», indicaron en un comunicado.
Además pidieron al presidente hondureño, Juan Orlado Hernández, que interponga «su buena voluntad» para que esta situación «se resuelva de la manera más pronta a favor de las familias de los extrabajadores de Diario Tiempo que sufren las consecuencias de acciones malintencionadas de empresarios irresponsables, como los Rosenthal».
Diario Tiempo, una de las múltiples empresas del Grupo Continental, fue fundado en noviembre de 1970 y el 27 de octubre del 2015 anunció su cierre temporal de operaciones a raíz de las acciones de Estados Unidos.
Este país acusó el 7 de octubre pasado de lavado de dinero ligado al narcotráfico al presidente del Grupo Continental, el exvicepresidente hondureño Jaime Rosenthal, a su hijo Yani y a un sobrino, Yankel Rosenthal.
Yani y Yankel recuperaron su libertad en diciembre pasado en Washington tras el pago de una fianza que les permitirá defenderse en libertad.
Los exempleados del “desaparecido” diario Tiempo indicaron que los dueños de esa empresa «aún no pagan los derechos laborales a más de 285 extrabajadores».
Según los exempleados, la «actitud irresponsable» de la familia Rosenthal es una «violación» a sus derechos laborales, lo cual, dijeron, ha «impactado fuertemente en el grupo de extrabajadores al extremo de causar la muerte de un compañero que padecía cáncer (Walter Pineda), y el daño emocional y físico de dos compañeros que han sufrido parálisis parcial».
Además denunciaron que la familia Rosenthal «en su afán de aparentar ser empresarios responsables y honestos, ha querido también responsabilizar del cierre de la empresa a los trabajadores, a quienes ellos burlaron al dejarlos abandonados en un vetusto edificio», donde operaba el diario.
Tiempo, cuya plantilla era de unos 300 empleados hasta el día que anunció la «suspensión temporal», según sus dueños, solamente mantiene su versión digital.