PEKÍN.- El tribunal de Furong, en la ciudad de Changsha, provincia de Hunan, rechazó que una pareja gay pueda contraer matrimonio civil, en un contexto de reivindicación creciente en el país en torno a los derechos de las minorías sexuales.
Sun Wenlin, de 27 años, había llevado ante los tribunales a una oficina de asuntos civiles que rechazó otorgarle a él y a su pareja, Hu Mingliang, un certificado de matrimonio,provocando la movilización de la comunidad gay.
En enero, el tribunal del distrito de Furong había accedido a examinar la denuncia, algo que muchos observadores ya consideran un avance, pero el tribunal decidió este miércoles descartar la reclamación.
«Teniendo en cuenta las leyes y regulaciones relevantes de nuestro país sobre el matrimonio, solo es posible entre un hombre y una mujer», dijo el tribunal en un mensaje en una red social.
«Se trata del primer caso sobre el matrimonio gay en China y creó que habrá más que lucharán por sus derechos de maneras distintas», dijo el abogado de la pareja, Shi Fulong tras anunciar que apelarà la sentencia.
«Hemos perdido pero creo que es sólo una cuestión de tiempo para que las parejas del mismo sexo tengan el permiso de casarse», añadió.
El sistema judicial chino está bajo el férreo control del Partido Comunista, por lo que las cuestiones consideradas políticamente sensibles nunca se toman únicamente teniendo en cuenta criterios legales.
Desde 1997 la homosexualidad ya no es un crimen en China aunque durante otros cuatro años estuvo considerada una enfermedad mental.
En los últimos años ha aumentado la tolerancia en las grandes ciudades pero la discriminación de gays y lesbianas sigue siendo común.
El caso es uno más del movimiento creciente de reivindicación de los derechos sexuales en China.
En la ciudad Guiyang, en el suroeste del país, un tribunal laboral está estudiando una denuncia de un hombre transexual, identificado como Chen, que nació mujer y que asegura haber sido despedido por su condición sexual.
Según el periódico Guiyang Evening News, un directivo de Ciming Medical Centre, la clínica donde trabajaba, «la apariencia de Chen no encajaba con nuestras normas». (ECHA – Andina)