PEKÍN.- Las autoridades chinas han retirado la licencia para ejercer la abogacía a Pu Zhiqiang, uno de los más ilustres abogados de derechos humanos en el país, después de que un tribunal le condenara el pasado diciembre a tres años de prisión suspendida.
En un comunicado oficial al que tuvo acceso hoy Efe, la Oficina para Asuntos Judiciales de Pekín notificó a Pu la cancelación de su permiso de trabajo, después de casi dos décadas dedicado a esta profesión.
El letrado, célebre por defender a activistas como Ai Weiwei o a miembros del Partido Comunista sospechosos de corrupción, se encuentra en su domicilio, estrechamente vigilado por las autoridades desde diciembre, cuando fue sentenciado a tres años de prisión en suspensión.
Entonces, un tribunal le consideró culpable de incitación al odio étnico y provocar disturbios» por siete comentarios que publicó en una red social en clave irónica.
Un delito que según la ley china podría haber sido castigado con hasta 18 años de prisión, aunque finalmente sólo se le condenó a tres y se le permitió cumplir la pena en régimen de arresto domiciliario.
«Lo que ha hecho la oficina de Pekín es correcto, porque según la ley si has sido condenado no puedes ejercer como abogado. Donde cometieron un error fue al considerar a Pu culpable de un delito de incitación al odio étnico y provocar disturbios por siete mensajes en Weibo (el Twitter chino)», señaló en declaraciones a Efe su abogado Mo Shaoping.
A no ser que retiren esta condena, Pu no podrá volver a ejercer, explicó Mo.
Pu, participante en las protestas de Tiananmen en 1989, ha sido durante años uno de los más destacados defensores de causas de derechos humanos en China y su condena fue vista como un paso más en la actual oleada de represión contra críticos del régimen.
Durante la celebración del juicio en diciembre, en las inmediaciones del tribunal hubo episodios de violencia por parte de matones -probablemente contratados por las autoridades- contra peticionarios, periodistas y diplomáticos que se habían acercado para mostrar su apoyo a Pu.
La sentencia, dictada por el Tribunal Popular Intermedio de Pekín, fue criticada por organizaciones como Amnistía Internacional, que la calificó de una «burda injusticia», y por gobiernos como EEUU y la UE, que pidieron la liberación inmediata del abogado y calificaron la sentencia como un precedente peligroso.
EFE/Foto: nbcnews.com