El expresidente de Guatemala , Otto Pérez Molina, fue involucrado en otro caso de soborno, esta vez de US$25 millones después de la negociación y concesión de Puerto Quetzal a una empresa española, dinero que presuntamente repartió entre sus colaboradores.
La información fue brindada por la fiscal general, Thelma Aldana, el ministro de Gobernación (Interior), Francisco Rivas; y el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, el viernes.
«Podemos afirmar que el expresidente utilizó su cargo con este negocio para obtener beneficios económicos directos y en detrimento del país», dijo en rueda de prensa Iván Velásquez, jefe de la CICIG, un ente investigador autónomo respaldado por la ONU y Estados Unidos que colabora con el Ministerio Público.
La exvicepresidenta, Roxana Baldetti también es involucrada en este nuevo caso de soborno.
Otto Pérez Molina, el hombre que prometió acabar con la corrupción permanece detenido a la espera de juicio de otros casos de soborno desde que se viera obligado a dejar la presidencia el año pasado.
Según las pesquisas, Pérez Molina y su entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti, acordaron cobrar casi US$25 millones en cuotas entre 2012 a 2015.
Los fiscales aseguran tener pruebas documentales de que los exfuncionarios y el resto de una red recibieron parte de los pagos acordados.
El gobierno de Pérez Molina adjudicó, en 2012, a la compañía Terminales Contenedores de Barcelona un contrato para construir y gestionar durante 25 años una terminal en Puerto Quetzal, el más grande del país centroamericano. (ECHA- Agencias)