EEUU: A ritmo de rock y mariachis miles apoyan plan migratorio de Obama

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WASHINGTON.- A ritmo de rock, mariachis y gospel, unas 4,000 personas -entre inmigrantes, activistas e incluso congresistas- pidieron hoy en Washington que el Tribunal Supremo dé luz verde al plan migratorio del presidente de EEUU, Barack Obama, bloqueado por una demanda de 26 estados, en su mayoría republicanos.

El futuro de cerca de unos cinco millones de indocumentados depende de si el Supremo confirma la legalidad de las medidas migratorias que adoptó Obama en noviembre del 2014 para frenar la deportación de familias y jóvenes.

Bajo el lema «Luchemos por las familias», con guitarras y pancartas, varios miles de personas alzaron la voz ante el Alto Tribunal en Washington, mientras los jueces escuchaban los argumentos a favor y en contra de las medidas migratorias.

El senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, defendió que «el presidente hizo lo correcto» al presentar el plan y recordó que siempre ha apoyado a Obama en el impulso de sus medidas migratorias.

«No queremos deportar niños ni separar familias», dijo el senador, que pidió una distinción entre las personas que buscan «amparo» y los «criminales» que hay que expulsar del país.

El senador Bob Menéndez y los congresistas Joaquín Castro y Luis Gutiérrez, todos ellos demócratas, tomaron también parte a favor de los inmigrantes.

Se trata de una cuestión que ha dividido al Congreso entre los demócratas, favorables al plan de Obama, y los republicanos, que mantienen un rechazo frontal.

El himno estadounidense interpretado por el mariachi Jesús Ramos arrancó la jornada de protesta, al que siguió la actuación del coro de gospel de la Universidad de Howard y el grupo La Santa Cecilia, que en el 2014 ganó el Grammy a la mejor banda de rock latino.

«Esperamos que los jueces hagan justicia, que les toque el corazón y en su conciencia la manifestación de hoy», comentó a Efe la líder sindical de origen mexicano, Dolores Huerta, quien asistió a la manifestación.

Para la veterana líder, esta decisión será «histórica» y representará «otro paso muy grande en la lucha de los derechos civiles y la igualdad de los inmigrantes de Estados Unidos».

Entre los manifestantes se contaban historias como la de Catalina Velásquez, que se presenta como mujer transgénero indocumentada de Colombia y que dirige el programa para jóvenes de la organización People For the American Way.

Velásquez está en lucha desde que su familia fue deportada en 2009, «porque nadie merece sufrir» ni «estar lejos» de sus padres.

Por su parte, Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza, la mayor organización de apoyo y defensa de los derechos civiles de los hispanos en EEUU, señaló a Efe que «millones de familias están esperando justicia» y «alivio».

«La ley está de nuestro lado, la gente está de nuestro lado», arguyó Murguía, que asegura que para toda la comunidad latina la decisión del tribunal es un tema «muy personal».

Centenares de carteles en forma de corazón repetían el mismo mensaje: «Mantengamos a las familias unidas», pues los beneficiarios del plan migratorio de Obama son los padres de ciudadanos estadounidenses y jóvenes que llegaron a EE.UU. en la infancia.

Dentro del Tribunal Supremo, entre el bloque en defensa de las políticas migratorias, habló hoy Sophie Cruz, la niña hispana que logró entregar una carta en favor de los inmigrantes al papa Francisco durante su visita a EE.UU., en septiembre del año pasado.

«Sophie es la voz de miles de niños nacidos aquí, de padres inmigrantes, que luchan a diario por cumplir sus sueños», dijo a Efe Raúl Cruz, el padre de la niña.

Alzando una imagen del Papa Francisco, Bethan Johnson, de la organización Network para la justicia social, argumentó que el pontífice demostró en su visita que «está del lado de los inmigrantes» y del «derecho a buscar una vida mejor».

Mientras en el interior de la Corte se esgrimían argumentos a favor y en contra de las medidas migratorias, en el exterior también se produjo el choque entre los miles de defensores del alivio migratorio y los detractores de la política de Obama, que convocaron a unas cincuenta personas.

«El presidente no tiene el poder de tomar tal decisión ejecutiva» y «la Corte Suprema no se encarga de hacer leyes», declaró a Efe el vicedirector de la organización Patriotas del Tea Party, Kevin Mooneyhan.

El representante del Tea Party, el brazo más conservador del Partido Republicano, expresó su deseo de que «la gente que se quiere quedar en este país reconozca y respete el proceso» para conseguir la documentación necesaria.

Al acto de Washington acudieron inmigrantes y activistas de diversos estados, como Minesota, Alabama o Carolina del Norte, y hubo protestas en veinte ciudades más de EEUU.

EFE/Irene Benedicto

 

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