Las pérdidas que ha dejado el terremoto del pasado sábado, con hasta el momento 480 personas fallecidas, ha generado pérdidas por unos 3,000 millones de dólares, lo que representa un 3 % de su economía, según estimó este martes el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Durante un recorrido por las poblaciones de la costa norte de la provincia de Manabí (oeste), la más devastada por el sismo de 7.8 grados, Correa mantuvo este martes una reunión, en la sede del Servicio Integrado de Seguridad ECU-911 de la ciudad de Portoviejo, con un grupo de ministros de su gabinete que están al frente de la emergencia en distintos puntos considerados críticos.
“Las pérdidas son multimillonarias yo calculo a groso modo 3,000 millones de dólares, un 3% del Producto Interno Bruto y eso significa reconstrucción de años. Es una lucha larga por eso invito a no desanimarnos”, expresó en unas declaraciones a periodistas.
Lamentó la pérdida de vidas humanas y dijo que en proporción de habitantes la localidad de Canoa, en el norte, es la más golpeada por el sismo, pues el 80% de ese balneario ha desaparecido. “Es un pueblo fantasma”, expresó el mandatario tras reconocer las dificultades que existen para llegar a este punto de la costa ecuatoriana, reseñó la agencia Andes.
Además reiteró sus agradecimientos a los gobiernos de distintos países por la ayuda enviada y por las muestras de solidaridad ante esta emergencia.
Solidaridad internacional
Varios organismos Internacionales activaron sus planes de ayuda y comenzaron a enviar apoyo a Ecuador para enfrentar las secuelas del terremoto, que dejó al menos 480 muertos, 2,560 heridos y 1,700 desaparecidos, según el último balance.
“Para el Gobierno Nacional, la ayuda internacional es fundamental para paliar la situación en la que se encuentran miles de ciudadanos tras el suceso”, señala una nota de prensa de la Cancillería ecuatoriana.
El texto indica que la cooperación internacional está orientada al rescate de víctimas y cuerpos, la atención prioritaria a los supervivientes y dotación agua, alimentación, albergues y otras necesidades que presenta la población afectada.
Señaló que la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ya tiene equipos de trabajo destacados en las zonas de desastre, principalmente en habilitación de refugios para quienes que perdieron sus viviendas, mientras la Unión Europea (UE) precisó que desembolsó un millón de euros, como primera medida de ayuda.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), también se unió a esta gran cruzada de ayuda humanitaria y desde sus oficinas Washington, Panamá, Colombia y Perú se envió un grupo de expertos en emergencia, evaluación de daños y análisis de necesidades, agua y saneamiento, coordinación de equipos médicos de emergencia y particularmente la evaluación de la infraestructura de los servicios de salud.
Foto: AFP