CARTAGENA (Colombia).- El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, manifestó hoy que los países de Iberoamérica tienen «un gran problema social» por la crisis de desempleo juvenil y puso a España como ejemplo de las políticas a seguir.
Ryder, quien participa en la IX Conferencia Iberoamericana de Ministros de Trabajo y Seguridad Social que comenzó hoy en Cartagena de Indias y culmina mañana, dijo además que este problema se podría solucionar mediante procesos de cambio y transformación.
«Los países latinoamericanos, España y Portugal, parece que somos incapaces de generar el trabajo decente y necesario para los jóvenes que entran al mercado del trabajo», manifestó Ryder en su intervención en esta conferencia organizada por la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
En su opinión, «este es el principal desafío de las sociedades en todo el mundo en este momento. Todos reconocemos lo traumático de esta situación».
«Una sociedad que no encuentra un sitio para sus jóvenes en un mercado de trabajo corre el riesgo de inestabilidad, si no más. Así que la importancia de este tema del empleo y la juventud es una prioridad absoluta», subrayó.
Ryder agregó que para hacer frente a este desafío fue presentada en la ONU una iniciativa global en favor del trabajo decente para los jóvenes en la que toman parte la OIT y unas veinte organizaciones del sistema multilateral.
El dirigente hizo énfasis también en que la crisis del desempleo juvenil hay que situarla en «unos procesos de cambio, de transformación en el mundo del trabajo que son extraordinarios», entre los que citó las tecnologías, la globalización, la explosión demográfica y hasta los ambientales.
Por esa razón, planteó la necesidad de hacer «reformas estructurales en el mercado de trabajo» para dar mayores posibilidades a los jóvenes, algo para lo cual, según dijo, ya hay iniciativas en países como Colombia y México.
Ryder invitó a los asistentes a superar lo que consideró «uno de los elementos más peligrosos de la situación actual», que es «la gran desconfianza de los jóvenes frente a los actores de la vida pública, sean gobiernos, sindicatos o empleadores» pues no se sienten reconocidos por esas organizaciones o autoridades.
«Tenemos que buscar la forma de superar este sentimiento de desconfianza. La forma de hacerlo, y eso no es nada nuevo, tiene que ser el diálogo social y la implicación de los jóvenes en la toma de decisiones», apuntó.
El director de la OIT puso como ejemplo a España, país del que dijo que ha pasado por «una crisis de empleo y una crisis económica dramática».
«Yo creo que si España ha podido resistir de una forma tan remarcable esta crisis, es por su vocación de diálogo social. Es un compromiso tan fuerte y creo que es un ejemplo para otros países», manifestó.