EL CAIRO.- El Colegio de Periodistas de Egipto exigió hoy en una asamblea general extraordinaria la dimisión del ministro del Interior, Magdy Abdelgafar, y la liberación de los reporteros detenidos, en un pulso con las autoridades motivado por los últimos atropellos contra la libertad de prensa.
En un ambiente reivindicativo, los cientos de periodistas que abarrotaban la sala de juntas, la entrada del sindicato e incluso la calle, clamaron por su libertad y contra la represión de las fuerzas de seguridad, según pudo constatar Efe.
«Los periodistas arriba, el Ministerio del Interior abajo», «los de Interior son unos matones» o «levanta la cabeza, eres periodista» fueron algunos de los lemas coreados e inspirados en las soflamas de la revolución de 2011 que derrocó al entonces presidente Hosni Mubarak.
Entre aplausos, la directiva del Colegio de Periodistas anunció que además de la dimisión de Abdelgafar solicitaba a los medios de comunicación que «no citen el nombre del ministro hasta que abandone el cargo».
También exigió una explicación por parte de la Presidencia del país a la irrupción policial en la sede del sindicato el domingo pasado, que fue calificada por los periodistas de «asalto brutal y sin precedentes».
Muchos de los presentes denunciaron a gritos que el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, es responsable de la censura a la prensa.
El Colegio de Periodistas urgió, asimismo, a que «se levante el asedio» que las fuerzas de seguridad han establecido en torno al sindicato desde hace varios días y a la liberación «inmediata» de los periodistas detenidos.
Otra de la medidas acordadas es que los medios coloquen un crespón en los sitios de internet y en los canales de televisión en signo de protesta y que todos los periódicos egipcios impriman el lema «no al secreto de sumario, no a las restricciones sobre la prensa».
La Fiscalía General egipcia impuso esta semana el secreto de sumario sobre el caso de los dos periodistas arrestados en la sede del sindicato el pasado domingo, Amr Mansur Badri y Mahmud al Saqa, del diario digital Bawabat Yanair, acusados de infringir la ley de protestas e intentar desestabilizar el país.
Para el jefe de redacción adjunto del periódico Alam al Yum, Mustafa Jalafa, la redada fue «una agresión clara por parte de Interior que se podría haber evitado si las autoridades hubieran informado al sindicato de manera oficial de que había dos colegas requeridos por la justicia».
«El Colegio de Periodistas representa las libertades en Egipto y da voz a todos los oprimidos. En sus escaleras se manifiestan todos los que tienen exigencias legítimas y nosotros adoptamos todas las cuestiones de la sociedad y las defendemos», subrayó Jalafa en declaraciones a Efe.
Ante el ambiente caldeado y el enfrentamiento con Interior, la sede del sindicato estuvo rodeada por furgonetas de la Policía y los dos accesos a la calle bloqueados con vallas, en las que los agentes dificultaban el paso a los periodistas.
En el exterior se vivieron momentos de tensión entre la policía y los reporteros, que increparon a los antidisturbios por no permitirles el acceso.
También se vivieron momentos de incertidumbre cuando una treintena de manifestantes a favor del gobierno que se apostó en el lugar con fotografías del presidente Al Sisi comenzó a insultar a los reporteros con frases como «los periodistas son una basura».
Desde hace dos años, numerosos organizaciones han denunciado el retroceso de la libertad de prensa en Egipto, que el 2014 fue calificado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) como uno de los países más peligrosos para trabajar.
El informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) de diciembre de 2015 sitúa además a Egipto como el segundo país del mundo con más periodistas en la cárcel, en esa fecha 22, una cifra que el sindicato egipcio eleva a 29 en la actualidad.
EFE