PEKÍN.- El gobierno chino alertó hoy que EEUU ha enviado un destructor a aguas cercanas a un arrecife disputado del Mar de China Meridional, lo que consideró una «amenaza real a la estabilidad y la libertad de navegación» de la zona.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, hizo hoy esas consideraciones en una rueda de prensa en Pekín, en las que añadió que con esta acción Estados Unidos quiere mostrar su fuerza militar.
El destructor lanzamisiles William P. Lawrence navegó hoy dentro de las 12 millas náuticas alrededor del arrecife Fiery (Yongshu Jiao para China) de las islas Spratly, que Pekín se disputa con Filipinas, Vietnam y otras naciones vecinas, confirmó China, después de que lo anunciara el Departamento de Defensa de EEUU.
El navío, dijo hoy Lu, «entró ilegalmente» en esas aguas «sin el permiso del gobierno chino». Las autoridades marítimas, añadió, «vigilaron, siguieron y advirtieron a la embarcación de acuerdo a ley» al ver que se adentraba en el perímetro que, según la normativa marítima internacional, pertenece a las islas.
«Quiero destacar que esta acción ha amenazado los intereses de seguridad y la soberanía de China, y ha menoscabado la estabilidad regional», protestó Lu.
El portavoz chino transmitió la «insatisfacción y oposición» de Pekín con respecto a la decisión estadounidense, y señaló que el país «tomará las medidas necesarias para salvaguardar nuestra soberanía y seguridad».
«Nunca ha habido un problema con la libertad de navegación en esas aguas», comentó Lu e indicó que es EE.UU. el que está creando el conflicto.
Estados Unidos ya advirtió en el pasado de que enviaría de forma periódica embarcaciones militares a aguas del Mar de China Meridional en respuesta a la militarización que dice que China emprende en la zona.
Por su parte, Pekín lo niega y a su vez acusa a Washington de ser el que militariza en realidad el Pacífico, adonde EE.UU. planea enviar el 60 por ciento de su flota para 2020.
A finales de abril, China confirmó que un avión militar de sus Fuerzas Aéreas había aterrizado por primera vez en Yongshu Jiao, donde la construcción de la pista obligó a ampliar el arrecife y desató las protestas de países vecinos como Vietnam, que condenó que ésta había sido edificada ilegalmente en su territorio.
Otros países como Filipinas, Malasia, Brunei o Taiwán también reclaman total o parcialmente las Spratly, y China mantiene en esas aguas similares disputas territoriales por el control del archipiélago Paracel.
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