WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Barack Obama, firmó hoy una ley que permitirá a las compañías estadounidenses presentar demandas en tribunales federales por el robo de secretos comerciales, un cambio considerado el mayor avance en la protección de la propiedad intelectual en muchos años.
La llamada Ley de Defensa de los Secretos Comerciales, aprobada con un abrumador apoyo en ambas Cámaras del Congreso estadounidense en abril, cambia la forma en que pueden litigarse los casos sobre el robo de esos datos, que hasta ahora solo podían presentarse en tribunales estatales y no federales.
La legislación permite a las empresas estadounidenses presentar sus demandas en tribunales federales tanto por la vía civil como la criminal, y recaudar indemnizaciones por los daños que les ha causado ese robo.
«Demasiado a menudo, algunos de nuestros competidores, en lugar de competir de forma justa con nosotros, intentan robar estos secretos comerciales a las empresas estadounidenses», dijo Obama al firmar la ley en la Casa Blanca.
«Eso significa una pérdida de empleos estadounidenses, una pérdida de mercados para los estadounidenses, y una pérdida del liderazgo estadounidense», agregó el mandatario.
La nueva ley «permitirá perseguir a quienes están robando secretos comerciales no solo mediante acciones criminales, sino también mediante acciones civiles, y herirles donde más cuenta: en su bolsillo», subrayó Obama.
Las empresas estadounidenses que cotizan en Bolsa poseen secretos comerciales por valor de cinco billones de dólares, según un informe de la Cámara de Comercio estadounidense.
El robo de secretos comerciales le cuesta a la economía estadounidense más de 300,000 millones de dólares al año, un nivel comparable a las exportaciones anuales de EEUU a toda Asia, de acuerdo con una estimación publicada en el 2013 por la Comisión sobre el Robo de la Propiedad Intelectual Estadounidense.
Obama aprovechó la firma para instar al Congreso estadounidense a ratificar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), acordado por doce naciones en febrero pasado, al asegurar que mejoraría la lucha contra el robo de secretos comerciales.
«En un momento en que la región de Asia y el Pacífico crece muy rápidamente y las compañías estadounidenses están compitiendo allí, uno de los problemas que desafortunadamente tenemos en esa región es la tendencia a robar secretos comerciales y producir imitaciones para esos mercados», sostuvo Obama.
«Y acabamos perdiendo negocios, y eso significa que perdemos empleos estadounidenses», añadió.