Un grupo de manifestantes del colectivo Keiko No Va hizo hoy un plantón de protesta y lavado de bandera frente al Palacio de Justicia en rechazo a la «narcopolítica» que, sostienen, está vinculada con la candidata presidencial peruana Keiko Fujimori.
Los manifestantes llegaron al lugar con banderas del Perú, que lavaron en unos baldes para representar la transparencia que debe haber en el sistema democrático, y con carteles que afirmaban que Fujimori es «la candidata de los narcos» y pedían al «Poder Judicial sancionar la narcopolítica».
Un representante del colectivo Keiko No Va, Jorge Rodríguez, dijo a los periodistas que era «muy peligroso» lo que ha sucedido con el partido Fuerza Popular, de Fujimori, después de que su secretario general Joaquín Ramírez renunció temporalmente al cargo por las investigaciones por presunto lavado de activos en su contra.
Un reportaje periodístico reveló el domingo que Ramírez también es investigado por el Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) y que había declarado que recibió dinero de Fujimori para la campaña de 2011, lo cual fue negado por Fuerza Popular, aunque el mismo legislador admitió que es objeto de investigación por parte de la fiscalía peruana desde 2014.
«Esta denuncia tiene que ser investigada, que le hayan dado (a Ramírez) licencia no significa nada, porque es uno de los principales financistas de la campaña», expresó Rodríguez al Canal N.
El representante dijo que el plantón es «un acto de protesta cívico para decirle no al narcoestado, no a la narcopolítica, porque nos preocupa que (Fujimori) esté vinculada con las investigaciones de la DEA, pues Ramírez no es cualquier militante, ha sido el secretario general» de su partido.
Entre los manifestantes estaban representantes del partido Acción Popular y familiares de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), casos por los cuales fue condenado el expresidente Alberto Fujimori a 25 años de prisión.
La Fiscalía y la Procuraduría de Perú investigan al actual congresista desde 2014 por un presunto desbalance patrimonial, aunque el Legislativo aún no ha respondido al pedido de un eventual levantamiento de su inmunidad parlamentaria.
Sin embargo, y a pesar de que Keiko Fujimori había dicho que Ramírez permanecería en el cargo mientras no se confirmaran las investigaciones en su contra, la candidata anunció el miércoles que dejaba el cargo de secretario general porque «hay una intencionalidad de perturbar» su campaña presidencial.
Admitió que la polémica que ha generado el caso hace que esté «permanentemente contestando sobre otras personas alrededor de la campaña», y aseguró que Ramírez «va a seguir dando la cara a cada una de las investigaciones» en su contra.
Ramírez aseguró el martes que jamás recibió dinero de Fujimori y que «mienten descaradamente cuando aseguran que la DEA ha afirmado que está haciendo una investigación» en su contra.
Tras el anuncio de Keiko, su rival en la segunda vuelta electoral, Pedro Pablo Kuczynski, comentó que el caso de Ramírez «es un tema que requiere mucha investigación.»
«Es una persona que ya estaba bastante cuestionada antes de asumir a la Secretaría General de Fuerza Popular. Cuando antes se aclare mejor. Generalmente en política uno renuncia o se queda. El paso al costado es una figura que no es muy clara», remarcó.
La primera dama de Perú y presidenta del gobernante Partido Nacionalista, Nadine Heredia, opinó hoy, por su parte, que Keiko Fujimori en realidad «blinda a cuestionado financista».
De acuerdo con los últimos sondeos, Fujimori mantiene un empate en las preferencias con Kuczynski, su rival en la segunda vuelta electoral del próximo 5 de junio. EFE