Este 24 de mayo se cumplen 60 años de una de las mayores tragedias del fútbol mundial, ocurrida cuando 320 aficionados murieron en el abarrotado Estadio Nacional de Lima durante un partido entre Perú y Argentina, clasificatorio para los Juegos Olímpicos Tokio 1964.
La tragedia se produjo el 24 de mayo de 1964, cuando un hincha, Víctor Vásquez, conocido como el «Negro Bomba», ingresó al campo de juego a increpar al árbitro, que había anulado un gol anotado por Perú, que disputaba con Argentina la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los policías lanzaron sobre el hombre a los perros entrenados y, tras haberlo neutralizado, lo golpearon, lo que enervó los ánimos de un grupo de aficionados que empezaron a destruir los asientos de las tribunas.
Los agentes lanzaron bombas lacrimógenas hacia las tribunas, lo que produjo una estampida de miles de personas que se encontraron con las puertas cerradas al intentar abandonar el Nacional.
Esto ocasionó que 320 aficionados murieran aplastados y asfixiados, en la que ha sido considerada la mayor tragedia producida en un estadio de fútbol en el mundo.
El exfutbolista internacional peruano Héctor Chumpitaz, quien jugaba con la selección nacional el día de la tragedia, dijo una vez que esos sucesos fueron «la parte más triste» de su carrera deportiva.
«La multitud enardecida volteó y quemó el ómnibus que transportó a la selección de Argentina, las puertas del estadio quedaron hinchadas como si fuera una mujer embarazada (por la cantidad de cadáveres acumulados)», evocó Chumpitaz.
«Recordarlo es un poco duro. La gente va al estadio a gozar y divertirse, pero esa vez salieron muchas víctimas», comentó.
Documentación: Walter Sosa Vivanco
Fotos/Videos: Archivo/Agencias/Medios