La afroamericana Deshauna Barber, representante de la capital de EEUU, se convirtió ayer en Miss USA 2016 y logró el pase al certamen de Miss Universo en una ceremonia celebrada en el teatro T-Mobile Arena en Las Vegas (Nevada).
Esta es la primera vez en 14 años que logra llevarse a casa la corona de la belleza una representante de Washington, conocida como la “ciudad del chocolate” por su fuerte presencia afroamericana.
Barber, de 26 años, se unió al Ejército con 17 años siguiendo el ejemplo de sus hermanos y de su padre, que fue enviado a Irak después de los ataques del 11 de septiembre.
“Lo considero una tradición familiar. Es algo que corre por nuestras venas, patriotismo, el servicio a nuestro país. Es algo que tomamos muy en serio”, relata Barber en un vídeo previo al concurso de belleza y en el que se ven icónicas imágenes de la capital de EEUU, como el monumento a Abraham Lincoln.
Con su banda de Miss USA, Barber ahora representará a Estados Unidos en Miss Universo 2016, donde se decidirá la sustituta de la filipina Pia Alonzo Wurtzbach.
El certamen de Miss Universo del año pasado quedó marcado por la polémica después de que el presentador estadounidense Steve Harvey se equivocara al anunciar la victoria de Miss Colombia, Ariadna Gutiérrez, cuando la verdadera ganadora era la representante filipina.
Entonces, Gutiérrez recibió la corona de reina universal de la belleza pero, tras la rectificación del error, minutos después, tuvo que entregársela a Wurtzbach, una imagen que dio la vuelta al mundo y tomó las redes sociales.
El concurso de belleza Miss USA de este año estuvo también marcado por la ruptura con Donald Trump, virtual nominado republicano para las elecciones presidenciales de noviembre y que presidió los certámenes de belleza Miss USA y Miss Universo entre 1996 y 2015.
La ruptura entre Trump y la organización de Miss USA y Miss Universo se produjo después de que el verano pasado, en el lanzamiento de su campaña, el magnate llamara “criminales” y “violadores” a los mexicanos y prometiera construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
En respuesta, el magnate presentó una demanda contra las cadenas que retransmitían el concurso, Univision y en NBC, por considerar que rompieron “abruptamente” un contrato con la Organización Miss Universo, de la que él era dueño.
Las demandas se zanjaron con acuerdo y el magnate inmobiliario vendió los derechos de los concursos de belleza.