CIUDAD DEL VATICANO.- Médicos latino-iberoamericanos denunciaron hoy las desigualdades que existen entre los seres humanos durante una audiencia privada mantenida con el Papa Francisco, a quien ofrecieron su compromiso para «reclamar un modelo de desarrollo más justo».
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) de España, Juan José Rodríguez Sendín, lamentó que el mundo actual sea «mercantilista» y «sin mecanismos eficaces para paliar las desigualdades entre los seres humanos, que originan la enfermedad más grave y extendida: la pobreza».
Lo hizo durante un discurso pronunciado ante el Papa y en nombre del Consejo General de Colegios de Médicos de España (CGCOM), del Foro de la Profesión Médica Española (FPME) y de la Confederación Latino-iberoamericana de Organizaciones Médicas (CONFEMEL), asistentes a esta audiencia que se celebró en la Sala Clementina.
En su alocución, Sandín condenó el hambre, la sed, la explotación laboral y también el tráfico de personas, la violencia de género o el comercio de órganos, donde «intervienen también malas personas con título de médicos».
«Debemos implicarnos en las causas y consecuencias de las desigualdades entre los seres humanos y a través de nuestro ejercicio diario cambiar la realidad que esté al alcance de nosotros», señaló.
El presidente de la OMC también denunció la situación en la que se encuentran los refugiados, a quienes «no se les está dando una respuesta a la altura de los más elementales derechos humanos y de los valores que proclama la vieja Europa».
Criticó, además, las «determinaciones políticas y sociales» que contribuyen a «crear y mantener guerras o bombardear dispositivos y personal sanitario en zonas de conflicto».
Y puso énfasis en «la lucha contra el dolor y el sufrimiento evitable al final de la vida sin atentar contra ella», algo que definió como «posible, justo y necesario» si se quiere «evitar que la sociedad demande otras prácticas incompatibles con la defensa de la vida».
Por su parte, durante la reunión el pontífice pidió a los representantes de la medicina de España, Portugal e Iberoamérica que, ante el sufrimiento de los enfermos, no cedan «a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por una falsa compasión».
Y añadió que «no faltan quienes se escudan en una supuesta compasión para justificar y aprobar la muerte de un enfermo».
En su última exhortación apostólica «Amoris Laetitia» (La alegría en el amor), publicada en abril, el papa rechazó específicamente la eutanasia, de la que dijo que junto con el «suicidio asistido», representa una «grave amenaza para las familias de todo el mundo».
Durante la audiencia privada, los asistentes le hicieron entrega al Papa Francisco de la «Carta de Identidad y Principios de la Profesión Médica Latino-Iberoamericana», aprobada recientemente por las 43 organizaciones médicas, pertenecientes a 21 países, integradas en la Confederación Médica Latino-Iberoamericana.
También le obsequiaron con un fonendoscopio con «gomas de color rojo» que representa «la sangre oxidada» para que el Papa «ausculte bien los sufrimientos del mundo» actual, según explicó Rodríguez Sendín a los medios tras el encuentro.