RÍO DE JANEIRO.- Un grupo de investigadores brasileños desarrolló un inédito suero contra picaduras de abejas que comenzará a ser experimentado con humanos este mismo año tras las pruebas exitosas en laboratorio.
El suero fue desarrollado por científicos del Centro de Estudios de Venenos de Animales Ponzoñosos de la Universidad Estatal Paulista (Unesp) y del centro de investigación Instituto Vital Brazil (IVB), una institución dependiente de la gobernación del estado de Río de Janeiro, informó esta última en un comunicado.
Según el director científico del IVB, Rafael Cisne, la sustancia se mostró efectiva en laboratorio para tratar las picaduras de abejas africanas, las más comunes en América Latina.
El especialista agregó que en Brasil se registra un promedio anual de 11,000 casos de ataques de abejas y 140 muertes por sus picaduras.
Los casos hasta ahora son tratados con antiinflamatorios y esteroides, pese a que esta terapia puede provocar un choque anafiláctico en los pacientes.
«El suero desarrollado es inédito en todo el mundo y será la primera vez que haremos pruebas del antiveneno en seres humanos», afirmó.
Cisne dijo que el Instituto ya produjo un lote con 1.200 ampollas de la medicina para las respectivas pruebas clínicas y que los investigadores tan sólo esperan la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para distribuirlas.
Las pruebas serán realizadas con pacientes de picaduras de abejas que sean atendidos por las clínicas de la Universidad Federal del Triángulo Minero, de la Universidad del Sur de Santa Catarina y de la Unesp.
«Pude parecer obvio, pero no vamos a inocular veneno de abeja en nadie para realizar las pruebas. Cuando ocurra un incidente con abejas, ofreceremos el suero para el tratamiento. El paciente tendrá que decidir si acepta el suero y para ello tendrá que firmar un término de consentimiento autorizando el procedimiento», explicó el especialista.
El suero tan sólo será suministrado a los pacientes que acepten ser voluntarios y que hayan sufrido al menos cinco picaduras de abeja.
Las primeras pruebas servirán para determinar los efectos de la medicina y la dosis mínima que serán necesaria para los pacientes.
La fase de experimentos con humanos podrá prolongarse por unos 18 meses y, de ser exitosa, permitirá iniciar una nueva fase de pruebas clínicas de unos 30 meses en la que el suero será distribuido en los puestos públicos de salud.