BUENOS AIRES.- El presidente argentino, Mauricio Macri, abandonó hoy la clínica de Buenos Aires en la que ingresó horas antes para ser intervenido de la rodilla, tras lo que se prevé que continúe con normalidad con su agenda habitual.
Acompañado de su esposa, Juliana Awada, el presidente salió del hospital caminando y fue trasladado en un automóvil a su residencia, junto a la capital argentina.
«Ningún problema. Se le extrajo un pedacito de menisco que era lo que le trababa la rodilla. Así que ahora ya tiene el movimiento normal en la rodilla», informó a las puertas de la Clínica Agote, en Buenos Aires, el portavoz presidencial, Iván Pavlovsky.
El presidente entró a quirófano a las 12.00 hora local (15.00 GMT) y la operación duró «unos 25-30 minutos», y salió de la clínica a las 15.40 horas (18.40 GMT).
La rehabilitación será «la normal de una rodilla recién operada», añadió, y especificó que se mantienen los viajes internacionales que el mandatario tiene próximamente a Chile, Bélgica y Alemania.
El portavoz presidencial aclaró que Macri «no estaba nervioso» ya que ha tenido otras operaciones en el mismo lugar en los últimos años.
«Debe de ser como mi novena o décima operación de rodillas porque por más que no he tenido grandes talentos para el deporte, siempre he sido amante del deporte», señaló el jefe de Estado hoy en un acto en Buenos Aires previo a dirigirse al hospital.
Agregó además que no ha tenido «suerte con las lesiones» y que para él «esto ya es una habitualidad».
El mandatario sufrió un esguince de rodilla mientras jugaba un partido de pádel el pasado lunes, por lo que fuentes presidenciales indicaron el martes que tendría que someterse a una artroscopia.
«Esta vez no me pasó (jugando) al fútbol, me pasó jugando al pádel. Es parte de que tengo unas rodillas que no funcionan muy bien pero por suerte la tecnología mejoró mucho y cada vez se hace más rápido. En minutos resolveré este problemita y después vendrá la etapa de gimnasio, rehabilitarse para seguir haciendo deportes», matizó hoy Macri.
Aunque diversos medios apuntaron a la posibilidad de que el presidente acudiera a presenciar la final de la Copa América, el domingo en Estados Unidos, que enfrentará a Argentina y Chile, Pavlonsky afirmó que eso «no está todavía definido».