El ultraortodoxo judío que mató a una adolescente en el desfile del orgullo gay de Jerusalén el pasado julio ha sido condenado hoy a cadena perpetua y a pagar una indemnización a las familias de los heridos y de la adolescente asesinada.
Yishai Schissel, que apuñaló a la adolescente de 16 años Shira Banki el pasado 30 de julio, fue condenado en el Tribunal del Distrito de Jerusalén que le añadió una sentencia adicional de 31 años por otros delitos, informó el diario local Haaretz.
Además el condenado tendrá que pagar a la familia de Banki y a la de otros heridos en el ataque 264,0000 shékels (66.800 dólares o 60.170 euros).
«Una persona que se ve a sí mismo como un asesino y capaz de quitar la vida no puede caminar (libremente) por las calles de Jerusalén, ni de ningún otro lugar», dijo el juez.
Schissel, de 39 años, que fue procesado el pasado agosto por el asesinato de Banki, dijo cuando se le leyeron sus cargos que «cada vez que hay un desfile del orgullo gay (se debe) detener la blasfemia contra Dios. Detener la locura y todo el pueblo de Israel se debería arrepentir».
El condenado se había sometido a una evaluación psiquiátrica antes de llegar a juicio, en el declinó tener representación legal porque, afirmó, no reconoce la autoridad del tribunal.
Los hechos, que conmocionaron a la sociedad israelí, ocurrieron durante la modesta marcha del orgullo gay en Jerusalén, que apenas recorre 800 metros por el centro de la ciudad en lo que pretende ser una protesta contra la intolerancia de la conservadora ciudad santa.
En ese sentido se diferencia de la más festiva que se celebra cada año en Tel Aviv, donde las libertades de esta comunidad están mucho más garantizadas.
La marcha de Jerusalén del año pasado estuvo custodiada por cientos de agentes de varios cuerpos de la Policía y por un helicóptero que sobrevolaba la zona, pero el vasto despliegue policial no fue suficiente para impedir la rápida carrera del atacante, que se había guarecido tras el muro de un pequeño supermercado desde el que asaltó a sus víctimas en medio de la confusión.
Schissel había sido puesto en libertad tres semanas antes de cometer el ataque en Jerusalén, tras cumplir una condena de 10 años por un acto idéntico en el que consiguió apuñalar a tres personas en el desfile del Orgullo Gay de 2005. EFE