SAO PAULO.- La compañía de matriz alemana Mercedes Benz anunció hoy el despido de 500 trabajadores de su fábrica de Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo, ante la caída de las ventas de vehículos comerciales en el mercado brasileño.
Los 500 empleados ya se habían visto afectados por una suspensión temporal del contrato, aunque hasta el momento su salario era garantizado por la empresa.
Con el objetivo de adecuar la producción a la demanda, Mercedes también decretó hoy vacaciones remuneradas a todos los empleados del área de producción durante un periodo de quince días e informó de que, a pesar de los despidos, todavía tiene un excedente de 1.750 trabajadores en la fábrica de Sao Bernardo do Campo.
La compañía subrayó que las medidas adoptadas por la empresa tienen como objetivo «enfrentar el desfavorable escenario económico» que atraviesa el país suramericano, con una economía prácticamente estancada, un inflación al alza y unos tipos de interés en su máximo nivel en los últimos seis años.
El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), Luiz Moan, afirmó recientemente que las fábricas de vehículos están con exceso de personal, a pesar de los despidos y las licencias a empleados registradas en los últimos meses en varias plantas del país.
Según el último balance de Anfavea, los fabricantes brasileños han reducido su plantilla en un 9,5% en los primeros cuatro meses del año, desde los cerca de 144.200 trabajadores que tenían en diciembre hasta los 139.600 contabilizados en abril.
El recorte es aún más significativo en comparación con los 154.200 empleados que tenían los fabricantes de vehículos en abril del año pasado.
Brasil produjo hasta abril 881.774 unidades de vehículos, una reducción del 17,5% frente a los primeros cuatro meses del año pasado y el peor resultado para el período desde el 2007.
La reducción de la producción tiene por objetivo hacer frente a la caída de las ventas, la cual aumentó desde que el Gobierno desmontó los incentivos fiscales que ofrecía a la comercialización para ayudar al sector a enfrentar la crisis y que se vio intensificada con la desaceleración de la economía.
El 2014, el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño tan sólo creció un 0,1% y para este año el mercado y algunos proyecciones oficiales calculan una contracción entre el 1% y el 1,2%. (EFE)