NUEVA DELHI.- La Cachemira india vive hoy su tercer día de disturbios por el abatimiento de un terrorista separatista con un toque de queda en toda la región y un balance de al menos 23 muertos, mientras las autoridades aseguran que la situación está «bajo control».
El Centro de Medios de la Policía de Cachemira informó de que la situación está «bajo control» en la región noroccidental, a pesar de que durante la jornada se registraron incendios intencionados y ataques a comisarías y puestos de control policial.
Además, los manifestantes protagonizaron incidentes con el lanzamiento de piedras en cerca de treinta localidades.
En Zirpora Bijbehara, tres personas resultaron heridas y fueron hospitalizadas después de que «militantes» disparasen contra personal de la Policía desplegado en la zona, según el Centro de Medios.
Una fuente de la oficina del inspector general de la Policía regional, Javid Geelani, explicó a Efe que se ha impuesto el toque de queda en «todo» el estado de Jammu y Cachemira y que los servicios de internet móvil continúan cortados en la región.
En la capital de verano de la región, Srinagar, no se ha registrado ninguna muerte durante la jornada y la situación es «normal» sin apenas gente en las calles, detalló a Efe el portavoz de la central de control de la Policía local Mohammad Yusuf.
«La acción conjunta del Ejército indio y otras agencias de seguridad continúa impidiendo la violencia», afirmó el servicio de comunicación del Ejército en su cuenta de Twitter.
El insurgente del grupo separatista Hizb-ul-Mujahideen (HM) Burhan Wani, de 21 años y una de las caras más conocidas de la formación por su actividad en las redes sociales, murió a última hora del viernes junto a otros dos terroristas en una operación conjunta de la Policía y el Ejército indios en la localidad cachemir de Kokernag.
Tras conocerse la noticia, líderes independentistas convocaron una huelga de protesta de tres días y hoy renovaron su llamamiento por otros dos días, según la agencia local ANI.
El medio situó el balance total de muertos desde el viernes en 23, dos más que ayer, en su mayoría manifestantes que perecieron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad, mientras que los heridos rondan los 200.
El ministro indio de Interior, Rajnath Singh, mantuvo hoy una reunión para evaluar la situación con la líder opositora Sonia Gandhi y el exjefe de Gobierno de Cachemira Omar Abdullah, al frente de la región hasta enero del pasado año.
De acuerdo con medios locales, Singh tuvo otro encuentro con altos mandos de Seguridad del gigante asiático.
Cachemira es la única región de la India con mayoría musulmana y Pakistán reclama su completa soberanía desde la partición del subcontinente en 1947, al término de la época colonial británica.
Las dos potencias nucleares han librado dos guerras y conflictos menores por la región.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó ayer en un comunicado el «asesinato» de Wani, que se había unido a la insurgencia a los 15 años, y calificó de «deplorable» el uso «excesivo e inmoral» de fuerza contra civiles durante las protestas de los últimos días.
EFE/Foto: eluniversal.com