LONDRES.- La primera ministra británica, Theresa May, defendió hoy en el Parlamento la necesidad de que el Reino Unido renueve su programa de armas nucleares como «último seguro» contra las amenazas que podrían afrontar en el futuro el país y sus aliados.
«Durante más de medio siglo, uno de nuestros submarinos ha estado patrullando constantemente los océanos sin ser visto ni detectado, completamente armado. Ese es nuestro último seguro en caso de un ataque nuclear», dijo May en la Cámara de los Comunes.
Los parlamentarios emitirán un voto no vinculante al término de la sesión sobre la renovación del programa de submarinos nucleares conocido como Trident, un plan con un coste estimado de 31,000 millones de libras (36,890 millones de euros).
La primera ministra británica subrayó que su gobierno está comprometido a mantener el compromiso con la OTAN de dedicar el 2 % del presupuesto nacional a la Defensa.
May señaló que el Reino Unido debe continuar siendo una de las cinco potencias nucleares amparadas por el Tratado de No Proliferación Nuclear -junto con Estados Unidos, Francia, Rusia y China- no sólo por su propia seguridad, sino por la de sus aliados.
«El Reino Unido va a abandonar la Unión Europea (UE), pero no va a dejar Europa. No vamos a dejar atrás a nuestros aliados europeos y de la OTAN», dijo la jefa del Gobierno británico.
«Muchos países que firmaron el tratado (de no proliferación) en los años 60 lo hicieron porque entendían que estaban protegidos por el paraguas de la OTAN, lo que incluye el programa de disuasión nuclear británico», apuntó May.
La diputada del Partido Verde Caroline Lucas cuestionó el punto de vista de May: «Si mantener y renovar nuestras armas nucleares es tan vital para nuestra seguridad nacional, entonces debe usted aceptar la lógica de que todos los demás países deberían intentar poseer armas nucleares también», afirmó.
«No, no lo acepto en absoluto -respondió la primera ministra-. Tristemente, usted y algunos miembros del Partido Laborista parecen ser los primeros en defender a los enemigos de nuestro país y los últimos en aceptar las herramientas que necesitamos».
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, se posicionó en contra de la renovación del Trident, si bien ha dado libertad de voto a los diputados de su formación.
«La moción de hoy tiene una enorme importancia para este país y para el mundo», dijo Corbyn, que puso en duda la utilidad de que el Reino Unido posea «armas de destrucción masiva», al tiempo que criticó «la enorme cantidad de fondos necesarios» para construir cuatro nuevos submarinos nucleares.
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