BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, condenó los ataques terroristas en Baviera y reafirmó su convicción de seguir la actual política migratoria sin cerrar las puertas a los refugiados que realmente necesitan ayuda.
Enfatizó que Europa debe superar la “prueba de fuego” esos atentados terroristas contra un “modelo de sociedad abierta” y señaló que Alemania superará la «prueba histórica» de la acogida de refugiados.
“A los que cometieron los atentados de Würzburg y Ansbach no les importó nada que haya refugiados que de verdad precisan nuestra protección», apuntó Merkel, en una conferencia de prensa tras los ataques cometidos el 18 de julio y el pasado domingo en dichas ciudades de Baviera, en ambos casos por peticionarios de asilo.
Merkel situó estos ataques del «terrorismo yihadista» al nivel de los que recientemente sacudieron la ciudad francesa de Niza o la estadounidense de Orlando. A su juicio, esos ataques pretenden poner a prueba la libertad y la unidad de la sociedad, por lo que la respuesta debe ser «no desviarse» del camino emprendido.
Sobre los atentados perpetrados por un tirador abrió fuego en un centro comercial de Munich y la inmolación de un inmigrante sirio se inmoló en Ansbach, dijo que los autores se «burlaron» de su país de acogida, de los miles de refugiados que viven en Alemania y de los voluntarios que los atienden con la intención de quebrar la voluntad de acogida y hay que enfrentarse a ellos, subrayó.
Tras enumerar las medidas de seguridad en marcha afirmó que se hará «todo lo humanamente posible» para garantizar la seguridad.
Merkel dijo que Alemania y Europa se enfrentan a una «prueba de fuego» y reconoció que muchos ciudadanos se preguntan si se superará con éxito.
La respuesta, a su juicio, está en el artículo 1 de la Constitución alemana, que garantiza que la dignidad humana es inviolable y que respetarla y protegerla es obligación de todo poder público, lo que exige dar asilo y refugio a quien huye de la persecución y la guerra.