LA PAZ.- El canciller boliviano, David Choquehuanca, negó que esté fomentando la violencia hacia Chile, después de que su homólogo en ese país, Heraldo Muñoz, lo criticara por hablar de una disposición a «derramar sangre» para hacer respetar los derechos de Bolivia de supuestas agresiones chilenas.
En declaraciones difundidas hoy por los medios estatales, Choquehuanca sostuvo que el Gobierno boliviano está en contra de las guerras y de «la cultura de la muerte».
«La guerra no trae nada bueno, trae desaliento, dolor, luto, eso nos trae la guerra. No podemos nosotros fomentar la guerra (…) Nosotros rechazamos, Bolivia es un país pacifista, un país que busca la paz», afirmó el ministro boliviano.
Muñoz criticó unas declaraciones en las que Choquehuanca expresó su malestar al ver en territorio chileno unas obras de 1962 sobre el río Lauca y que, según dijo, permitieron su desvío para que no fluyan más a Bolivia, generando un conflicto que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas ese año.
«Cuando uno ve el Lauca le hierve la sangre. Tienen que ir al Lauca. Entonces, cuando estén ahí parados, van a decir: Estoy dispuesto a derramar sangre, a pelear para recuperar lo que es nuestro, para reclamar nuestro derecho», sostuvo el jefe de la diplomacia boliviana.
Muñoz consideró que Choquehuanca «está yendo demasiado lejos» y que «un canciller mínimamente responsable» no puede expresarse de esa forma.
«A su visita confrontacional a Chile, ahora el canciller boliviano agrega declaraciones que escalan aún más las tensiones entre los dos países. Choquehuanca y otros miembros del Gobierno boliviano hacen apología de la violencia y hablan de ‘derramar sangre’ cuando, paralelamente, llaman al diálogo», subrayó.
Las tensiones entre La Paz y Santiago, enfrentados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la demanda marítima boliviana y la controversia sobre las aguas de la zona del Silala, se agravaron por el viaje de Choquehuanca el mes pasado a los puertos chilenos de Arica y Antofagasta.
El canciller de Bolivia, junto a una comitiva de parlamentarios, transportistas y periodistas, visitó el norte de Chile para verificar el cumplimiento del libre tránsito para la carga boliviana establecido en el Tratado de Paz y Amistad de 1904.
El citado acuerdo se firmó 25 años después de la guerra en la que Bolivia perdió su litoral ante tropas chilenas.
Bolivia asegura haber registrado incumplimientos al Tratado de 1904 en la visita de la comitiva, que ha sido duramente cuestionada por las autoridades chilenas y que, además, derivó en la decisión de empezar a exigir visados a diplomáticos y funcionarios bolivianos.