MADRID.- Un grupo de investigadores han creado el primer mapa genético de las mutaciones del cáncer de próstata con metástasis por todo el cuerpo, el cual servirá de guía para nuevos tratamientos, según un estudio que publica hoy la revista Cell.
Se trata de «la piedra rosetta» del cáncer de próstata con metástasis, pues proporciona la capacidad de descifrar la complejidad de la enfermedad y trasladar los resultados a planes de tratamiento personalizados, según el profesor del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres Johann de Bono.
El estudio presenta el cáncer de próstata no como una enfermedad única sino como muchas enfermedades cada una de ellas impulsada por sus propias mutaciones.
Casi el 90 % de los hombres que sufren cáncer avanzado de próstata tienen mutaciones genéticas en el tumor que podrían ser el objetivo de medicamentos, tanto ya existentes como nuevos.
Gracias a este nuevo mapa, los doctores podrían empezar a hacer pruebas para estas mutaciones «clínicamente factibles» y suministrar a los pacientes con un avanzado cáncer de próstata medicamentos ya existentes o combinaciones de ellos dirigidos específicamente a las aberraciones genómicas específicas de sus tumores.
El estudio es el primero en el mundo que realiza un análisis en profundidad de cánceres de próstata con metástasis que son resistentes a los tratamientos estandar.
Los investigadores analizaron los códigos genéticos de los tumores metastásicos procedentes de los huesos, tejidos blandos, ganglios linfáticos y el hígado de 150 pacientes aquejados de cáncer avanzado de próstata.
Casi dos tercios de ellos tenían mutaciones en una molécula que interactúa con la hormona masculina conocida como adrógeno, que es la que tienen como objeto los actuales tratamientos de la enfermedad.
Además encontraron en casi el 20 % de los pacientes mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que están implicados también en el cáncer de pecho. Un estudio reciente ha demostrado que los pacientes con este tipo de mutación pueden ser tratados con un tipo de fármacos llamados inhibidores de PARP.
Los científicos descubrieron también mutaciones que nunca antes se habían detectado en cánceres de próstata, aunque si en otros tipos de la enfermedad, para algunas de las cuales ya existen medicamentos o están en la fase de ensayos clínicos.
Por último, determinaron, que un ocho por ciento de los enfermos habían nacido con errores en ADN que les predisponía a sufrir de cáncer de próstata. EFE
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