YEMEN.- El Estado Islámico y Al Qaeda compiten por lograr la fidelidad de Mohammed al Masri, hijo del constructor de bombas del fallecido Osama Bin Laden, revela un amplio informe de The Washington Post.
El documento recuerda las actividades de Abu Khabab al Masri, quien fue el encargado de desarrollar explosivos para la batalla, chalecos suicidas y experimentos con armas químicas a pedido del terrorista Bin Laden.
Al Masri fue eliminado en un ataque aéreo con drones realizado por la CIA, lo que confirmado por el Departamento de Estado en el año 2008.
Los periodistas Souad Mekhennet y Greg Miller lograron entrevistar al hijo, Mohammed al Masri en un lugar secreto y obtuvieron importantes declaraciones del militante islámico.
Al Masri tiene en la actualidad 35 años, pero cuando era un adolescente caminó por un complejo de colinas en Afganistán y encontró el lugar donde su padre trabajaba: un laboratorio con tubos de ensayo, máscaras de protección, frascos de distintos tamaños con diferentes sustancias y jaulas que contenían conejos.
Abu Khabab al Masri, fabricante de bombas de Bi Laden
«Le pregunté a mi padre: ‘¿Qué es lo que haces aquí?'», contó Masri en referencia a una charla que tuvo con él 20 años atrás. La respuesta que recibió fue críptica: «Cuando crezcas, Dios mediante, lo aprenderás por ti mismo».
La organización terrorista Al Qaeda logró sobrevivir a su destrucción luego de los atentados a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y se reagrupó en diversas facciones que llegan a nuestros días como el Frente al Nusra, su filial siria.
En mayo pasado, el jefe de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ordenó al grupo Al Nusra que se estableciera de forma tal que pudiera competir contra el Estado Islámico en ese país, exponiendo la rivalidad entre ambas organizaciones terroristas.
La lucha interna entre ISIS y Al Qaeda se basa en una competición por dominar el control yihadista en esas zonas e imponerse en recursos y combatientes.
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Además, las dos organizaciones tienen visiones distintas sobre cómo imponer el islam alrededor del mundo, y esa rivalidad afecta también a Occidente, ya que obliga a los grupos a armarse cada vez más para lograr la supremacía.
Al Masri pasó mucho tiempo de su vida en los campamentos afganos de Al Qaeda, pero también en Raqqa, la capital siria controlada por ISIS. Por ese motivo conoce ambas experiencias en las estructuras extremistas islámicas.
El informe del Washington Post sostiene que «en muchos aspectos, (Al Masri) representa el ADN de ambas organizaciones, como también los violentos desacuerdos en las tácticas y objetivos que los hacen incompatibles».
Cuando Al Qaeda no logró la unión completa que pidió Al Zawahiri, el hijo del fabricante de bombas decidió unirse a las filas del ISIS, aceptando cheques de parte del califato y una nueva esposa saudita.
De todas formas, Mohammed se niega a aparecer en los videos de propaganda de ese grupo y aclaró que su lealtad es a favor del islam, pero no en contra de Al Qaeda, que al no poder retener al joven lo calificó de traidor.
https://www.youtube.com/watch?v=xTyFa25T_aw
Abu Khabab al Masri, el padre de Mohammed, era egipcio y tenía un título de grado en Química, por tal motivo Bin Laden lo colocó al frente del plan para crear armas de destrucción masiva, tanto explosivas como de tipo químicas. Luego de los ataques del 11 de septiembre, el gobierno de EEUU ofreció 5 millones de dólares por su captura.
Videos recuperados de los campos de entrenamiento y pruebas de Al Qaeda muestran perros agonizando luego de ser rociados con sprays con componentes desconocidos y la creación de bombas para los chalecos suicidas. (ECHA – Agencias)