La marcha Ni una menos, en repudio a la violencia contra la mujer, “es una alerta y un llamado de atención al Estado, a la sociedad y a la familia”, consideró Martín Nizama, exdirector del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi.
Sostuvo que Ni una menos debe dar pie a que se erradique “la inoperancia, la lenidad y la corrupción” que aquejan a estas instituciones y que “favorecen la violencia contra la mujer”.
“Ni una menos parece una fiesta cívica nacional y su mensaje es de esperanza, un reto a los agresores, y también una alerta para el Estado, que debe ponerse las pilas y poner fin a los abusos y atrocidades que se comenten contra el género femenino”, agregó.
A su juicio, este llamado de atención también se extiende “a la sociedad y a la familia” como institución.
Martín Nizama precisó que en muchos casos la violencia contra la mujer tiene su origen en factores educativos.
“El varón ha sido educado para ser propietario de la mujer, usarla como objeto sexual y abusar de ella como quiere, en función de la liberación de sus impulsos e instintos agresivos”, expresó.
La mujer, por otro lado, “ha sido educada o mal educada para ser sumisa, una especie de súbdita y esclava a del varón”, recalcó.
El médico planteó, denunciar de inmediato las agresiones contra la mujer, tanto dentro del mismo entorno familiar como a las autoridades respectivas. “Y, si no es escuchada, debe ir a los medios de comunicación”, enfatizó.
Esto se debe hacer, pues “el silencio fortalece y refuerza la agresión”, alertó.
Fotos Pedro Navarro