ANKARA- El presidente turco Recep Erdogan envió al menos una decena de tanques más al norte de Siria, a las 24 horas de la ofensiva relámpago en que expulsaron al Estado Islámico de Jarablos, cerca de la frontera común.
En su marcha los blindados pasaron cerca de la ciudad fronteriza de Karkamis, tras el inicio de operación Escudo del Eufrates, donde el gobierno de Ankara pretende echar de la frontera turco-siria a la organización yihadista y a las milicias kurdas
Durante la ofensiva, la más ambiciosa lanzada por Turquía en los cinco años y medio del conflicto en Siria, fueron desplegadas las fuerzas especiales de tierra mientras los jets disparaban desde el aire a objetivos del ISIS (por sus siglas en inglés)
Citando a fuentes militares, el periódico Hurriyet Daily informó que un centenar de yihadistas perdió la vida y el ejército turco no tuvo ninguna baja.
Mientras tanto los rebeldes sirios, por su parte, tuvieron un muerto y una decena de heridos, según la agencia de prensa Anadolu.
«La oposición siria (combatientes) ya está asentada en Jarablos y ha empezado a hacerse con el control de ciudades y pueblos» cercanos, dijo el primer ministro turco Binali Yildirim a la televisión Haberturk.
El columnista del diario Hurriyet Daily, Abdulkadir Selvi, dijo que el objetivo de la operación incluye crear una zona de seguridad libre de «grupos terroristas» y limitar los avances de la milicia kurda. También aseguró que 450 miembros del ejército turco habían estado en el terreno en el primer día de la ofensiva, pero que podrían subir hasta 15,000.
Un oficial turco aseguró al periodista que Ankara «continuaría las operaciones hasta que esté convencida de que la amenaza inminente contra la seguridad nacional ha sido neutralizada».
Pero además de expulsar al ISIS, Erdogan insistió en que la ofensiva pretende hacer retroceder a las Unidades de Protección Populares (YPG), la milicia kurda, también activa en la zona. (ECHA – Agencias)