PENSILVANIA.- Al observar que su amigo sufría una sobredosis de droga, tres jóvenes lo estrangularon y después colocaron al cadáver anteojos y gorra para transportarlo sin despertar sospechas y eludir de esta manera a la policía en el condado de Susquehanna.
Con escalofriante serenidad los homicidas Preston Layfield (19 años), Tyler Mirabelli (22) y Amanda Wayda (20) utilizaron una bolsa de plástico y una cuerda para saltar con el fin de asegurarse de la muerte de su amigo Joshua Rose (21).
La trágica historia empezó cuando el joven se presentó en la casa del novio de Wayda junto con Layfield, pidiendo dormir un rato porque estaba descompuesto.
Preston Layfield estranguló durante cuatro minutos a su amigo Joshua Rose
Cuando la joven fue a ver qué ocurría y por qué no despertaba, creyó que estaba experimentando «una sobredosis», según consta en la declaración que pronunció al confesar que había sido testigo de un crimen.
Fue allí cuando llamaron a otro amigo, Mirabelli, para que los llevara hasta un hospital. Pero en lugar de eso, cuando pasaron por la entrada de la emergencia médica, algo los hizo cambiar de opinión. Continuaron hacia el norte a toda prisa por la carretera I-81, a algún lugar donde nadie los viera.
Joshua Rose buscó ayuda entre sus amigos y acabó asesinado a sangre fría.
Mirabelli conducía, Rose estaba en el otro extremo adelante y Wayda en el centro, entre ambos. Layfield, atrás.
Al llegar a la milla 199 en Scott Township, en el condado de Lackawanna, decidieron poner fin a la vida de Rose. Las versiones sobre cómo lo mataron son diferentes, pero no cambian significativamente la historia.
Con las cuerdas de salto, Preston Layfield estranguló durante cuatro minutos a su amigo, mientras era alentado por los otros dos. El joven, en su declaración, reconoció su autoría, pero indicó, además, que Wayda había colocado una bolsa de plástico sobre su cabeza.
Amanda Wayda relató detalladamente el crimen y sus perversos amigos acabaron en la cárcel.
Por alguna razón, no quisieron dejar el cuerpo allí. Fue por eso que decidieron disfrazarlo y evitar que alguien reconociera que se trataba de un cadáver mientras lo trasladaban a otro sitio.
Las cámaras en una estación de gasolina donde frenaron para reabastecerse vieron cómo estaba Rose: anteojos y una gorra de llamativos colores. Sería, pensaron, alguien durmiendo en un vehículo. Nada anormal.
Luego, de regreso, el trío decidió esconder el cuerpo de su amigo sobre el terraplén de un bosque, junto a las vías ferroviarias que parten al medio el condado. Luego, subieron nuevamente al vehículo y huyeron. Rose permaneció desaparecido cinco días hasta que las autoridades hallaron su cuerpo sin vida el 29 de agosto. Sus tres amigos, luego de que Wayda confesara tres días después, quedaron detenidos. (ECHA-Agencias)