LISBOA.- Los miembros del gobierno portugués no podrán aceptar regalos cuyo valor sea superior a los 150 euros, según el código de conducta del Ejecutivo aprobado hoy por el Consejo de Ministros.
Con esta iniciativa de «autorregulación», el Ejecutivo responde a la polémica suscitada por el viaje que tres secretarios de Estado realizaron a París, a la pasada Eurocopa fútbol, invitados por una empresa privada.
La medida contempla, sin embargo, excepciones en dos circunstancias: cuando los miembros del gobierno estén en representación oficial en territorio nacional o extranjero, o cuando rechazar un regalo constituya una «falta de respeto», explicó en rueda de prensa el ministro de Exteriores, Augusto Santos Silva (foto).
«Si rechazase una corbata que la presidencia de la Unión Europea me ofrece semestralmente, eso sería indigno», ejemplificó.
Para esos casos, el nuevo código de conducta prevé que el miembro del gobierno en cuestión acepte el regalo y «lo entregue para registro» y conservación del respectivo ministerio.
En términos generales, agregó Santos Silva, «los miembros del gobierno deben rechazar de entrada toda las ofertas, invitaciones u otras facilidades sean provistas con la expectativa de cualquier contrapartida o favor».
Su incumplimiento, dijo, acarreará sanciones de naturaleza política.
Definir qué se puede y qué no se puede aceptar fue una tarea autoimpuesta por el gobierno del socialista Antonio Costa a principios de agosto, después de que estallara el escándalo de los viajes a la Eurocopa de Francia.
Los secretarios de Estado de Asuntos Fiscales, Fernando Rocha Andrade; de Industria, João Vasconcelos y de Internacionalización, Jorge Costa Oliveira, acudieron al torneo, del que se proclamó campeón la selección portuguesa, invitados por la petrolera Galp, con la que el Estado luso mantiene un litigio.
El caso de Rocha Andrade, que vio dos partidos, fue especialmente polémico, ya que es quien tutela la Autoridad Tributaria, el organismo que mantiene el conflicto con la compañía por no pagar ciertos impuestos que, en conjunto, superan los 100 millones de euros.
En medio de los reproches de la izquierda radical y las peticiones de dimisión de los democristianos del CDS, el ministro de Exteriores anunció a principios de agosto la creación de un código de conducta, así como el reembolso a Galp de los gastos en los que incurrieron los tres secretarios de Estado.
La multinacional energética, el mayor exportador de Portugal, ha llevado a los tribunales al Estado luso por una impuesto extraordinario aplicado en el sector energético aprobado por el anterior gobierno, de centro-derecha.
EFE/Foto: