FLORIDA.- Tras confesar el asesinato de su bebito de dos meses y ser condenada a 25 años de prisión, Kristen Bury, de 33, se suicidó el último sábado en una cárcel del condado de Sarasota, confirmaron las autoridades penitenciarias.
La mujer fue hallada inconsciente poco después de la medianoche en su celda, donde estaba recluida desde que compareció en una audiencia de corte con su esposo, Joe Walsh, de 37 años, pocos días antes.
Este execrable asesinato se registró el año pasado, conmocionando a la opinión pública por la cruel actitud de los padres que se encontraban drogados.
Bury y su esposo fueron arrestados en octubre del 2015 y acusados del asesinato de su hijo bebito, Chance Walsh, a quien encontraron enterrado en un área remota cerca de la casa de ambos en North Port, a unas 30 millas al sur de Sarasota, informó El Nuevo Herald de Miami.
Según documentos judiciales, Walsh golpeó al bebé y luego le metió un pañal hasta la garganta, asfixiándolo. Ambos dejaron que el cadáver se descompusiera en su cuna antes de enterrarlo en una tumba poco profunda y escapar a Carolina del Sur para empezar una nueva vida.
Algunas semanas más tarde, preocupados por el bienestar del niño, los familiares llamaron a la policía. Según dijeron, la pareja les dijo que Chance había muerto en un accidente de auto, y luego cambiaron su historia, y les contaron que habían entregado el niño en adopción.
Sin embargo, con el tiempo Bury narró otra historia y condujo a las autoridades hasta dónde estaba el cadáver del niño.
Walsh, que está en espera de juicio acusado de homicidio y enfrenta cadena perpetua de ser hallado culpable, declaró que los dos habían estado consumiendo drogas el día de la muerte de Chance.
En las cartas de Bury a su esposo en la cárcel se detallan los esfuerzos que hizo para evitar que éste le hiciera daño al niño, pero dijo que temía que Walsh pudiera matarla.
En otro hallazgo macabro, la policía encontró una urna con cenizas en una mochila que había en el automóvil de la pareja en el momento de su arresto. Las cenizas eran los restos de otro hijo, Duane, que murió en el 2014 cuando tenía 22 días de nacido.
Familiares de ambos acudieron a la corte para obtener custodia de la urna en una audiencia celebrada el 29 de agosto en Sarasota. Bury, que en enero se había declarado culpable de homicidio culposo con agravantes a cambio de testificar en contra de su esposo, ya había comenzado a cumplir su condena de 25 años de cárcel en una institución penal de Ocala.
La pareja, que fue llevada a la misma sala de tribunal para la audiencia, estuvo de acuerdo en entregarle las cenizas de Duane a su abuela por parte de padre. Por su parte, Sally Susino, madre de Bury, había pedido las cenizas para poder enterrarlas junto a su hermano Chance.
Susino calificó a su hija como un “monstruo’’, una mujer que fue capaz de entregar en adopción a su primer hijo a cambio de un automóvil. A pesar de lo que sentía, dijo que le dolía la muerte de su hija. (ECHA -Agencias)