La Federación Internacional de Periodistas (FIP), manifiesta su preocupación por la situación de extrema peligrosidad en que se desenvuelve el periodismo mexicano, donde nuevamente un comunicador ha perdido la vida.
Aureliano Campos, director del semanario regional El Gráfico de la Sierra, fue asesinado en la noche del 14 de septiembre en el municipio de Huauchinango, estado de Puebla. El periodista recibió múltiples disparos de arma de fuego cuando conducía su vehículo, y luego de recibir atención médica, falleció en el hospital.
Campos, de 57 años, cubría hechos vinculados al crimen en la Sierra Norte de Puebla, especialmente secuestros y homicidios. Si bien las primeras hipótesis de las autoridades han girado en torno a problemas interpersonales como móvil del crimen, diversos sectores de la sociedad civil exigen que no se descarte su profesión como posible causa del ataque recibido por el comunicador. En esa línea, en un pronunciamiento realizado por el Sindicato Nacional de Redactores de Prensa (SNRP), su secretario general Fernando Olivas Ortiz aseveró que «las autoridades federales, estatales y municipales se dedican a desvirtuar la actividad periodística como móvil del oprobioso crimen».
La FIP, organización que reúne a 600.000 trabajadores y trabajadoras de prensa en todo el mundo, solicita a las autoridades responsables –particularmente a la Fiscalía especializada en el tema– la profundización de la línea de investigación ligada al desempeño laboral de Aureliano Campos, ya que este crimen ocurre en un contexto sumamente difícil para el periodismo en México, el país más peligroso de América Latina para los comunicadores. Así mismo, exige la puesta en marcha real y efectiva del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, organismo creado con el objetivo de resguardar la seguridad de quienes ejercen una tarea fundamental para la sociedad toda, en un marco de violencia, desamparo e impunidad.