WASHINGTON.- El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, utilizó más de un cuarto de millón de dólares de su fundación de beneficencia para pagar demandas contra él vinculadas a acciones con fines de lucro, informó hoy el diario The Washington Post.
Según afirma el rotativo, que publica documentos que apoyan esa información, Trump traspasó 258,000 dólares destinados a actividades caritativas para enfrentar casos legales, lo que, según dice el diario, «puede haber violado las leyes» que prohíben a los directivos el uso de dinero para beneficencia para beneficio propio o de sus negocios.
En uno de los casos, el Club Mar-a-Lago, propiedad del multimillonario, se enfrentó en el 2007 a una multa de 120,000 dólares a la ciudad de Palm Beach (Florida) como resultado de una disputa sobre el tamaño de un asta de bandera.
Para finalizar el pleito, el Gobierno de la localidad acordó dejar sin efecto esas multas si el club de Trump donaba 100,000 dólares a una organización benéfica específica para los veteranos.
En su lugar, Trump envió un cheque de la Fundación Donald J. Trump, una organización benéfica financiada casi en su totalidad por el dinero de otras personas, según los registros fiscales.
En otro caso, uno de los campos de golf de Trump en Nueva York resolvió una demanda haciendo una donación a la caridad elegida por el demandante.
En concreto, se trató de una cantidad de 158,000 dólares a nombre de la Fundación Trump, de acuerdo con los mismos registros.
Según el diario, los otros gastos involucraron cantidades más pequeñas, como el 2013, cuando el magnate utilizó 5,000 dólares de la fundación para comprar anuncios que promocionaran su cadena de hoteles en tres eventos organizados por un grupo de preservación ambiental.
El 2014, Trump gastó otros 10,000 dólares del dinero de la fundación para comprar un retrato de sí mismo en una recaudación de fondos.
Si la agencia fiscal estadounidense constatara que Trump violó alguna regla en esas transacciones, podría exigirle pagar impuestos de penalización o reembolsar todo el dinero que gastó en su nombre.
Además, el aspirante republicano también se enfrenta a escrutinio por parte de la oficina del fiscal general de Nueva York, que está examinando si la fundación de caridad rompió las leyes estatales.
«Es evidente que la Fundación Trump tiene tanto de organización de caridad como la Universidad Trump es una institución de educación superior. La versión de Trump sobre la caridad le está quitando dinero a otras personas para resolver sus propios problemas legales», dijo tras conocerse la información la subdirectora de Comunicaciones de la campaña de Hillary Clinton, Christina Reynolds.
«Una vez más, Trump ha demostrado ser un fraude que cree que las reglas no se aplican para él. Ya es hora de que muestre sus declaraciones de impuestos para demostrar si sus asuntos fiscales se extienden a sus propias finanzas personales», agregó Reynolds, en referencia a la negativa del magnate a hacerlas públicas.