LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, cuestionó hoy que Chile se niegue a dialogar para resolver las controversias entre ambos países y que se ofenda cuando el Ejecutivo boliviano denuncia estos problemas ante organismos internacionales.
En un acto en la región de Cochabamba (centro), Morales justificó la decisión de su Gobierno de denunciar a Chile ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por los maltratos que sufren los transportistas de su país en territorio chileno.
Sostuvo que las autoridades bolivianas pidieron a sus pares chilenas dialogar para «resolver de manera bilateral» estos problemas, pero que «nunca» fueron escuchados.
«Cuando reclamamos ante las instancias correspondientes después de que no quieren dialogar con el Gobierno boliviano nos dicen que tenemos política de odio, que estamos ofendiendo», lamentó.
«Ellos nos quitan el mar, nos roban el agua del Silala, desvían el río Lauca y ahora (dicen que) nosotros somos los que ofendemos, los que odiamos, los que los humillamos a ellos. Imagínense», agregó el gobernante boliviano.
Morales replicó así al canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien consideró que el gobernante boliviano «ha insultado al pueblo de Chile y su firme compromiso con los derechos humanos» con su denuncia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
«El señor Evo Morales ha instituido una política del odio hacia Chile y los chilenos. Los atropellos que denuncia sólo existen lamentablemente en su imaginación ideológica», dijo el viernes el ministro chileno.
Bolivia y Chile están enfrentados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la demanda marítima boliviana y por una controversia acerca de la naturaleza de las aguas de la zona del Silala (suroeste), que el país andino considera manantiales propios y sobre las que Chile dice que forman un río al que tiene derecho.
El Gobierno de Morales ha denunciado en varias ocasiones el incumplimiento por parte de Chile del Tratado de 1904, firmado por ambas naciones 25 años después de la guerra en la que el país andino perdió su litoral.
El citado acuerdo fijó los límites tras la guerra y estableció el libre tránsito para la carga boliviana por los puertos del norte de Chile, algo que, según Bolivia, no se cumple.
Chile, por su parte, asegura que sí cumple con el acuerdo.
Las denuncias bolivianas más recientes tienen que ver con incrementos unilaterales de las tarifas para la carga de Bolivia en tránsito, las prohibiciones de que esa mercadería se almacene a granel en los puertos y maltratos por parte de funcionarios chilenos a los camioneros bolivianos que transportan las mercancías.
Estas quejas motivaron una visita del canciller de Bolivia, David Choquehuanca, en julio pasado al norte chileno, que fue duramente cuestionada por las autoridades del país vecino y que, además, derivó en la decisión de empezar a exigir visados a diplomáticos y funcionarios bolivianos.
El mandatario boliviano afirmó hoy que «no es el pueblo chileno» el que actúa de esa forma, sino algunos «grupos» que, según dijo, «sirven al imperio norteamericano».
«Después de tantos años, por primera vez, con razón, por la justicia y con la verdad levantamos la voz a esa clase dominante de Chile para que nos respeten, para que nuestros transportistas no sean humillados, no sean ofendidos», sostuvo