QUITO.- La paz en Colombia y el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos han sido «las dos más importantes» noticias de los últimos tiempos en América Latina, consideró hoy el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) Ernesto Samper.
La nueva etapa de relaciones cubano-estadounidenses fue uno de los temas que destacó al intervenir en la apertura del Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) 2016, pero consideró que en el nuevo camino que han emprendido esos países quedan todavía temas pendientes.
Al hacer esa afirmación el exgobernante colombiano quiso dejar constancia «de que todavía nos deben el embargo y el cierre de Guantánamo», en referencia al bloqueo económico impuesto por EEUU a la isla caribeña y a la base militar establecida en su territorio.
El que fuera presidente de Colombia entre 1994 y 1998 recordó que, tras la firma de la paz en su país entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), este domingo se celebrará un plebiscito en el que los ciudadanos dirán «si quieren seguir adelante con la paz o si quieren regresar al pasado con la violencia».
Samper se refirió a «dos expresidentes» cuyos nombres no mencionó y que defienden el ‘no’ en la consulta popular, una opción que, consideró, supondría «devolver el reloj de la historia a un pasado y a una pesadilla de la violencia de los últimos cincuenta años».
El responsable de la Unasur recordó que el conflicto en su país causó unos siete millones de víctimas, entre ellas cerca de 280,000 muertos y señaló que se invertían unos 23,000 millones de dólares al año en la guerra, por lo que ahora existe el desafío de «trasladar a la paz» esa inversión.
Samper dijo que se siente más identificado con ambientes de izquierda, como el del ELAP, que con la ideología del actual presidente colombiano, Juan Manuel Santos, pero reconoció lo positivo de los acuerdos de paz que ese gobierno ha alcanzado con las FARC.
En su opinión, uno de los elementos destacables de esos acuerdos es que las víctimas se convierten en el «referente ético» del proceso y se reivindica su memoria.
«Lo importante es que se reivindique el derecho de las víctimas a la verdad y a la reparación», dijo, al destacar la necesidad de la «justicia transicional» y la necesidad de conjugarla con la verdad y con la reparación.
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