Un adolescente de 14 años de edad arrestado en Austria a fines de 2014 por la sospecha de que planeaba detonar explosivos en la estación de trenes Westbanhof de Viena y acusado de otros delitos fue sentenciado hoy a dos años de prisión.
El tribunal regional de la ciudad de St Poelten juzgó al adolescente de origen turco por cargos de asociación terrorista e intención de cometer un delito terrorista y los sentenció a dos años de cárcel.
Se ha señalado que la confesión del joven contribuyó a un rápido proceso en los tribunales, indicaron medios locales.
La fiscalía dijo que el joven, que vivió en Austria ocho años, vivía solo con su madre, quien habla poco alemán, después de que sus padres se divorciaron. A pesar de haber sido criado en la rama aleví del islam, más tarde el joven se identificó con el islam sunita y se volvió cada vez más devoto. También buscaba reconocimiento, añadió.
Fue en ese momento cuando se topó con propaganda del grupo terrorista del Estado Islámico de Irak y el Levante en Internet y planeó viajar a Siria para participar en sus actividades, para lo cual buscó el contacto con personas en Viena.
Cuando se dio cuenta de la posibilidad de realizar tales actividades en territorio austriaco, el joven buscó instrucciones en Internet para fabricar una bomba. Las autoridades se dieron cuenta de su radicalización por medio de un informe de su escuela y arrestaron al adolescente en octubre de 2014. Más tarde lo liberaron con estrictas condiciones.
Posteriormente, el joven desapareció y fue arrestado no mucho después en Viena, tras haber presuntamente intentado reclutar a un niño de 12 años para que se uniera a sus actividades.
El abogado de la fiscalía, Michael Lindenbauer, dijo que el joven no mostró culpa ni remordimiento por sus acciones y que su futuro tiene un «pronóstico desfavorable».
La defensa difirió y dijo que es «cautelosamente optimista» con respecto al futuro de su cliente debido a que, entre otras cosas, se ha reformado y ha reconocido que sucumbió a la propaganda.