BAGDAD.- El Estado Islámico perpetró su primer ataque exitoso con drones-bomba al norte de Irak, alarmando a los especialistas de Defensa estadounidense sobre las dificultades de controlar este nuevo accionar terrorista.
Las fuerzas kurdas que luchan contra el Estado Islámico lograron derribar un pequeño cuadricóptero no tripulado creyendo que se trataba de un tipo habitual de drone utilizado en la guerra para reconocer las zonas pero escondía una sorpresa letal.
Al ser transportado para su examen, el vehículo no tripulado explotó y causó la muerte de dos combatientes kurdos en lo que, según información del Pentágono, se supone es el primer ataque exitoso del Estado Islámico con drones explosivos.
Una de las características más complejas para afrontar la nueva amenaza es que, a diferencia de los drones utilizados por los Estados Unidos y otros países que son aviones a escala, los utilizados por el ISIS (Prf sus siglas en inglés) son pequeños cuadricópteros de origen chino similares al modelo DJI Phantom que pueden comprarse a través de internet.
El grupo yihadista le agrega a estos vehículos distintas cargas explosivas que se pueden ejecutar remotamente para destruir objetivos enemigos.
Un artículo publicado por The New York Times indica que las autoridades de Defensa de los EEUU advirtieron sobre la implementación de estos drones en el campo de batalla por los yihadistas.
ISIS utilizó drones de vigilancia y exploración para el campo de batalla durante bastante tiempo, pero es la primera vez que tienen como objetivo a las tropas iraquíes u otras facciones dentro de los enfrentamientos.
Los analistas estadounidenses aseguraron que esos vehículos pueden ser utilizados contra las fuerzas de la Coalición Internacional en Mosul.
Oficiales de la milicia de los EEUU afirmaron que el Pentágono dedica grandes esfuerzos para detener los drones, pero pocas tropas iraquíes y kurdas fueron provistas con tecnología capaz de desarmar esas amenazas.
En el último presupuesto de Defensa estadounidense, el Pentágono solicitó un adicional de 20 millones de dólares para afrontar este desafío. (ECHA – Agencias)