MIAMI (EEUU.).- La población de una especie de venados propia de los Cayos de Florida está siendo diezmada por una plaga de gusanos comedores de carne (Cochliomya hominivorax) que había sido erradicada de EEUU hace más de 30 años.
Por lo menos 85 de estos mamíferos del Refugio Nacional del Ciervo del Cayo han muerto a causa del gusano barrenador del Nuevo Mundo, confirmó hoy a Efe un portavoz de la reserva.
Los biólogos y otros trabajadores de la reserva detectaron a principios del mes los primeros casos y luego han tenido que sacrificar a los afectados con impotencia y tristeza, «de la forma más humanitaria para evitarles el sufrimiento».
Explicó que en las últimas semanas se ha vuelto normal ver a animales de esta especie autóctona (Odocoileus virginianus clavium) y en peligro de extinción, que no superan el metro de alto, deambulando como zombies por los alrededores del refugio.
El portavoz precisó que el gusano barrenador del Nuevo Mundo, que gusta especialmente de los tejidos del cuello y las cabezas de los ciervos, solo ha afectado hasta el momento a animales de dos cayos: Big Pine Key y No Name Key.
El Departamento de Agricultura de EEUU, que confirmó que se trata de la primera «infestación local» en el país en más de treinta años, señaló que el principal objetivo es evitar que se extienda a otros lugares.
Para ello deben controlar primero la mosca de este gusano barrenador del ganado, propio del continente americano y que actualmente se encuentra en Suramérica y en cinco islas del Caribe, entre ellas Cuba, según la agencia federal.
El Tapón del Darién, una zona selvática en la frontera entre Panamá y Colombia, es utilizada como una barrera biológica permanente con moscas estériles para controlar la entrada de la plaga a Centroamérica y demás regiones.
En general, los gusanos barrenadores (también los hay del Viejo Mundo, Chrysomya bezziana) son larvas de moscas que se alimentan de la carne de animales de sangre caliente. Son parásitos que infestan a todos los mamíferos y muy rara vez a las aves.
Su reaparición en EEUU prendió las alarmas en Florida, que declaró «el estado de emergencia para la agricultura» en el condado Monroe, donde se encuentran los cayos.
El gusano «supone una grave amenaza para la vida silvestre, el ganado y los animales domésticos en Florida, y aunque es raro, incluso puede infectar a los humanos», alertó el Departamento de Agricultura estatal.
Por ahora, las autoridades están capturando moscas (la cuales no se desplazan más de 3.2 kilómetros), para saber el alcance de la infestación y liberando hembras estériles para evitar su reproducción.
Las hembras ponen los huevos en las heridas o en las mucosas de los animales y en el plazo de un día se convierten en larvas que se alimentan de los tejidos del animal durante un periodo de 5 a 7 días, para luego emerger como adultos y seguir el ciclo.
Casi cualquier tipo de herida abierta puede llegar a ser infestada con larvas, incluidas las causadas por picadura de garrapata, castración, alambradas o por el descornado, la marca y la esquila. El ataque se hace evidente con el agrandamiento y profundización de la llaga.
En Florida esta plaga amenaza a una población de unos 800 a 1,000 ejemplares del ciervo del cayo, que por esta época está en celo y suele resultar con heridas en las cornamentas.
El portavoz de la reserva señaló que están «cautelosamente optimistas» de que esta enfermedad no cause la extinción del ciervo del cayo y precisó que esta especie exclusiva de los Cayos de Florida se encuentra en cerca de 22 islas más al sur de ese archipiélago.
El Departamento de Agricultura, que empezó a controlar la enfermedad de forma biológica en 1957 a través de la liberación de machos estériles en el estado de Florida, señaló que desde 1982 no se habían presentado infestaciones en el país.