WASHINGTON.- El senador republicano por Florida, Marco Rubio anunció que no iba a sacar provecho de las filtraciones de WikiLeaks sobre la campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, porque su partido podría ser el próximo.
«Hoy son los demócratas, mañana, podríamos ser nosotros», expresó el senador por Florida en una declaración escrita que difundió a los medios.
Rubio, que busca su reelección como senador después de fracasar en su intento de llegar a la Presidencia, se ha apartado del candidato presidencial republicano, Donald Trump, y otros miembros de su partido que han aprovechado políticamente las revelaciones de WikiLeaks.
«No voy a discutir ningún tema que se ha convertido en público únicamente sobre la base de WikiLeaks», advirtió Rubio.
WikiLeaks ha pirateó y publicó mensajes, algunos de ellos embarazosos, del correo electrónico personal del presidente de la campaña de Clinton, John Podesta.
«Como nuestros organismos de inteligencia han dicho, estas filtraciones son el esfuerzo de un gobierno extranjero para interferir en nuestro proceso electoral y no voy a disfrutar de ello», aseguró Rubio.
El republicano, quien se retiró de la campaña presidencial en marzo pasado al perder en las primarias en Florida contra Trump, calificó como «una invitación al caos y la destrucción» dar crédito a piratería extranjera.
«¿Realmente queremos ser un país en donde los líderes extranjeros u organismos de inteligencia extranjeros pueden chantajear a nuestros funcionarios electos», se preguntó más tarde en un evento de campaña en Tampa (Florida).
Precisó que ello se puede prestar para extorsiones de funcionarios que quieran evitar divulgación de material que pueda humillarlos a ellos o a sus esposas, hijos o hijas.
«Eso es lo que hace (el presidente ruso) Vladimir Putin», agregó.
El Gobierno de EEUU ha culpado al Gobierno ruso de «piratear» al Comité Nacional Demócrata para influir en la elección presidencial prevista para el próximo 8 de noviembre. (ECHA – Agencias)