KABUL.- En venganza por la muerte de un jefe del Estado islámico, terroristas yihadistas asesinaron a 30 personas que mantenían secuestradas, entre los que figuran varios niños, en la localidad de Ghor, en el centro de Afganistán.
El gobernador provincial, Nazir Jazeh, atribuyó el ataque y secuestro a un grupo renegado de talibanes que el año pasado juró lealtad a la filial afgana del llamado “califato” del Estado Islámico que opera en Siria e Irak.
Las autoridades aseguraron que el ataque fue una venganza, ya que un comandante local del ISIS murió el martes a manos de las fuerzas de seguridad en combates.
El gobierno del presidente Ashfar Ghani conduce una operación militar a gran escala contra el ISIS en la provincia de Nangarhar.
El ataque ocurre en medio de una renovada ola de insurgencia en el país liderada por los talibanes, que intentan ingresar nuevamente en las ciudades tras ser removidos del poder hace 15 años, pero que también incluye unidades del ISIS que crecen en apoyo y tamaño.
Por el momento, los talibanes superan en número y poder a los militantes del ISIS.
Pero este último ataque en Ghor, en el centro del país, resulta un cambio para el grupo, normalmente confinado a la provincia oriental de Nangarhar, donde el gobierno afgano está conduciendo una operación contra los yihadistas apoyado por la OTAN. (ECHA- Agencias)