El papa Francisco expulsó del estado clerical al sacerdote asturiano, Jesús María Menéndez Suárez, de 63 años, quien estaba suspendido “a divinis” desde hace casi dos años por presunta implicación en varios casos de abuso sexual a menores.
El cuestionado sacerdote , conocido por sus feligreses como Padre Chus, también había ejercido como profesor de religión y regentado una casa de acogida para extranjeros con dificultades en Gijón.
El Arzobispado de Oviedo anunció que todas las funciones sacerdotales fueron suspendidas de manera irrevocable y se le ha dispensado del celibato por los delitos de los que se le acusaba, «entre los que se encontraban la grave conducta inmoral contra el sexto mandamiento del Decálogo y el abuso de menores, según las normas canónicas vigentes (menos de 18 años)».
En su comunicado señala que desde el primer momento en el que tuvo conocimiento de las acusaciones que pesaban sobre el citado sacerdote, hace más de dos años, procedió a realizar una investigación previa hablando con él.
Posteriormente, se entrevistó con las víctimas y testigos y recogió pruebas que, junto con las conclusiones de investigación fueron enviadas a la Congregación para la Doctrina de la fe.
El pasado 20 de febrero, esa institución emitió un decreto por el que se solicitaba al Santo Padre la aplicación del «Motu Proprio Sacramentorum Sanctitatis tutela» y el 6 de marzo, el Papa procedió por tanto a la expulsión del estado clerical del Padre Chus, decisión que ya le ha sido notificada.
En el documento se asegura que se han salvaguardado «en todo momento el derecho de protección de las víctimas, el derecho de defensa del sacerdote acusado y su presunción de inocencia hasta el dictamen final de la Santa Sede». (ECHA- Agencias)