Miles de aficionados rindieron hoy un improvisado y emotivo homenaje a las víctimas del vuelo del Chapecoense en su propia casa, el Arena Condá de la localidad brasileña de Chapecó.
Las escenas de emoción se repitieron durante todo el día en los alrededores de la sede del club, donde desde primeras horas se congregaron familiares de los jugadores, del cuadro técnico y de los directivos y simpatizantes del Chapecoense.
Confirmada la magnitud de la tragedia, cientos de personas acudieron a una misa en memoria de las víctimas que concluyó entre abrazos, lágrimas y el lema del equipo: «Con mucho orgullo, con mucho amor, chapecoense».
Los vecinos avanzaron por la avenida principal, donde poco antes decenas de policías motorizados habían también rendido homenaje a los fallecidos, entre aplausos y entonando el himno del club en dirección al Arena Condá.
Más de 10.000 personas abarrotaban el estadio mientras en el césped, familiares de las víctimas, jugadores del club que no pudieron viajar a Colombia por distintos motivos, directivos y miembros del cuadro técnico, se abrazaban en un círculo en memoria de las víctimas.
El público les acompañó desde las gradas con cánticos y luces antes de estallar en una cerrada ovación con la que concluyó el improvisado homenaje.
El accidente, que costó la vida de 71 de los 77 ocupantes del avión, se produjo en la noche del lunes en las proximidades de la ciudad colombiana de Medellín, donde el equipo brasileño debía enfrentarse al Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana.
Familiares de las víctimas, miembros del club e incluso simpatizantes recibieron hoy atención psicológica en la sede del Chapecoense, en su mayoría, según especialistas consultados por Efe, por cuadros de «shock».
El club perdió a 19 de sus 30 jugadores, al técnico y a varios miembros de su directiva.
Tres de los 22 jugadores que integraban la delegación que viajó a Medellín sobrevivieron al accidente pero con graves heridas, en tanto que otros ocho se salvaron porque no pudieron viajar por lesiones o porque estaban fuera de forma.
Los supervivientes son Jackson Follman (portero), sometido a una delicada cirugía en la que se le amputó una pierna; Helio Neto (defensa), que sufrió traumatismo craneal en el accidente y tuvo que ser sometido a varias cirugías; y Alan Ruschel (lateral), el primero en ser rescatado con vida, quien pasó por una cirugía en un hospital próximo al lugar del accidente antes de ser transferido a un centro médico mayor. EFE