VIENA.-La OPEP reaccionó finalmente al desplome de los precios del crudo al sancionar hoy un recorte de su oferta petrolera de 1,2 millones de barriles diarios (mbd), a los que espera que se sumen otros 600.000 barriles de varios de sus competidores, entre ellos Rusia.
Las cotizaciones del oro negro se dispararon de inmediato: el barril de crudo Brent, la referencia en Europa, subió un 8,81 % y terminó en 50,47 dólares al cierre del mercado de futuros de Londres.
Mayor aun, del 9,31 %, fue la subida en Nueva York del petróleo intermedio de Texas (WTI), referente en América, que concluyó a 49,44 dólares.
El recorte, el primero desde 2008, llega cuando el precio del barril OPEP, tras precipitarse debido a una oferta excesiva desde más de 100 dólares (junio 2014) a menos de 30 dólares (enero pasado), marca su media anual más baja desde 2004 (39,77 dólares).
El nuevo techo de producción conjunto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha sido fijado en 32,5 mbd, entrará en vigor el próximo enero y será válido por seis meses.
Los ministros de los 14 países miembros volverán a reunirse el 25 de mayo de 2017 en Viena, cuando podrán prorrogar el compromiso.
«Estamos extremadamente contentos. Este es el acuerdo que estábamos buscando. Trae estabilidad de vuelta al mercado y quita volatilidad. Va a dar un ímpetu para que los flujos de inversión lleguen a un nivel saludable en el mercado», explicó el ministro saudí de Petróleo, Jalid al Falih.
El ministro de Exteriores de Ecuador, aseguró a Efe tras la reunión que, a pesar de suponer «un sacrificio importante», su país va a cumplir «a rajatabla» con el recorte, que calificó de «histórico».
El pacto se materializó tras meses de contactos, negociaciones y amagos de ruptura de un preacuerdo para limitar la oferta del grupo que los 14 socios lograron el pasado septiembre en Argel.
De hecho, Arabia Saudí, si bien ha visto cumplida su exigencia de que también Rusia, que no pertenece a la OPEP, se comprometa a limitar sus exportaciones petroleras, es quien finalmente ha cedido frente a sus socios.
Primero, porque desde hace dos años se impuso con una estrategia de abrir las espitas y dejar a los «petroprecios» en caída libre para combatir a los suministros rivales y más caros de producir.
Segundo, porque ha aceptado que su gran rival geopolítico, Irán, no solo no tenga que recortar su producción, sino que la pueda aumentar un 2,26 por ciento, hasta los 3,8 mbd, un cifra cercana al bombeo que tenía antes de las sanciones internacionales que durante años y hasta hace unos meses, minaron sus ingresos.
El director del departamento de estudios energéticos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Hamel (i), el presidente de turno de la OPEP y ministro qatarí de Energía, Mohamed bin Saleh al Sadaque (c), y el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, asisten a la reunión formal de ministros de la OPEP que se celebra en Viena (Austria). EFE/Christian Bruna
Ese era el argumento que Teherán había usado: que la caída de su producción había sido cubierta por el aumento de otros países, entre ellos su socio en la OPEP pero rival religioso y político.
También han quedado fuera de ese recorte Nigeria y Libia, cuyas extracciones han estado afectadas por violentos conflictos, e Indonesia, cuya negativa a participar en el compromiso le ha valido una suspensión temporal de su pertenencia a la organización.
Los demás socios reducen la producción entre un 4,45 % y un 4,9 %, un compromiso que será vigilado por un comité de cinco países, incluidos dos «No-OPEP».
Rusia retiraría 300.000 barriles en una operación que se espera llegue a 600.000 con la suma de otros grandes productores como Omán, Kazajistán y Uzbekistán, un compromiso que se espera sea rubricado el 9 de diciembre, previsiblemente en Doha.
«Invitaremos a algunos países de Latinoamérica como México, Bolivia, Trinidad y Colombia», explicó tras la reunión el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino.
El responsable latinoamericano confió en que al encuentro se sumen más de 20 países entre «OPEP y No-OPEP», que serían responsables de «más del 50 % de la producción mundial».
El recorte conjunto de la OPEP y sus competidores, que sumaría así 1,8 mbd, aproximadamente un 1,9 % de la demanda esperada para 2017, deberá servir para reducir el nivel de los inventarios de crudo que supera en 300 millones de barriles el volumen medio de los últimos cinco años, según los cálculos de la organización.
EFE