El árbitro Claudio Elichiri recibió brutal golpiza por no cobrar un penal durante el partido entre Sarmiento y Sansinena en la localidad argentina de Ayacucho por el Torneo Federal B de Argentina.
Se disputaban 20 minutos del primer tiempo y el resultado iba 1-1, cuando el jugador local Alexis Morales cayó en el área y la tribuna reclamó penal. Sin embargo, el colegiado Claudio Elichiri no cobró la falta y dejó seguir la jugada, que culminó con el gol de Cerri en favor de la visita.
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Dicha conquista le otorgaría al Sansinena el pase a la final en busca del ascenso a la Federal A.
La jugada derivó en una discusión entre los jugadores locales y el juez del partido, quien ante la falta de respeto y agresiones, decidió expulsar a varios futbolistas, y finalizó el partido por inferior numérica , sin embargo, todo no quedó allí.
Exacerbados hinchas bajaron de las tribunas para agredir al árbitro, aprovechando la escasa presencia de policías. Los jugadores del Sarmiento intentaron protegerlo, sin embargo, fue tarde, pues Elichiri terminó con el rostro desfigurado.
«No puedo ni levantar los labios. Fue algo inesperado. Eché a un jugador por insultos, otro que me pega por atrás y ahí pasó todo. Los que primero me pegaron fueron los jugadores de Sarmiento. Había mucha gente, muy poca policía adentro y no pude hacer nada”.
“No me agredió ningún dirigente. En el momento no sabía qué hacer, no lo puedo creer. Es la primera vez que me pasa algo así. Tengo tres hijos, te da una impotencia… Todo está mal, la sociedad está mal. Yo no vivo del arbitraje, tengo con mi papá una empresita de construcción”.
“Me encanta arbitrar, voy a seguir haciéndolo, son cosas que te hacen más fuertes. Hasta que no presente el informe no puedo decir nada sobre los autores de la agresión. Me dieron cuatro puntos abajo del ojo izquierdo”.
“Espero que de una vez por todas se termine esto. Se tiene que cortar esto, que sancionen a quien tienen que sancionar. No te pueden moler a palos en un campo de juego”.
“Tiene que haber una sanción dura. No pude ir al acto de graduación de mi hija del jardín. Cuando llegué a mi casa, nos abrazamos y lloramos los dos con mi mujer. Nunca pensé que me iba a pasar esto», dijo el árbitro agredido a una radio local.