IRLANDA.- El presidente electo de EEUU, Donald Trump, se vio obligado a suspender el proyecto de construcción de un controvertido muro frente al lujoso campo de golf y complejo turístico que posee en el condado irlandés de Clare, en la costa oeste de la isla.
La noticia fue celebrada por los defensores del medio ambiente y residentes vecinos que consideraban al proyectado muro como un atentado contra el ecosistema al poner en peligro varias especies marinas.
El proyecto del magnate en la localidad de Doonbeg preveía la construcción de un muro de 2,8 kilómetros de longitud, cuatro de alto y 200.000 toneladas de peso sobre un espacio de playa y dunas parcialmente erosionadas por el fuerte viento y las mareas en los últimos años.
Donald Trump obligado a desistir de construir su «muro» alrededor de sus propiedades en su campo de golf en Irlanda.
No obstante, un portavoz del Consejo del Condado de Clare informó este martes de que la solicitud de Trump para modificar el paisaje de esta zona de costa, conocida como Doughmore, fue archivada este lunes al no enviar información adicional requerida
La construcción de este muro encontrò desde el principio la oposición de residentes locales y grupos medioambientales que defienden, por ejemplo, la supervivencia del Vertigo angustior, un molusco terrestre que habita en este ecosistema desde antes de la última Edad de Hielo.
Asociaciones de deportes acuáticos y surfistas habían presentado ante las autoridades objeciones a este proyecto, pues sostienen que la pared habría alterado la dinámica de las olas, lo que podría poner en peligro a los usuarios de esta playa con la marea alta.
El grupo ecologista Salvad las Olas aseguró que la retirada del proyecto de Trump representa un «hito» para la lucha medioambiental y demuestra «el poder que tiene la comunidad internacional para proteger nuestras costas».
Los Amigos del Medioambiente de Irlanda también celebraron la derrota de Trump al recordar que el «plan original» habría detenido el desarrollo del «sistema de dunas y destruido la playa», lo que hubiese supuesto la pérdida «de una de las mejores zonas recreativas de la costa oeste irlandesa». (ECHA- Agencias)