GINEBRA.- Los menores de edad representan un tercio de la población mundial, pero la mitad de los refugiados del mundo son niños, según denunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que analizará esta semana cómo proteger a los más pequeños.
ACNUR celebra desde hace casi una década un simposio titulado «Diálogo sobre los Desafíos de la Protección», y este año se centrará en el trato que se les brinda a los menores de edad que han abandonado sus hogares huyendo de una vida en peligro y que no consiguen lograr la seguridad.
La agencia recuerda que muchos de los niños son presos y retenidos en centros de detención, una situación que «tiene un impacto muy negativo en su desarrollo físico y mental», según un comunicado distribuido hoy por la institución.
La entidad subraya que los menores migrantes o desplazados son muy vulnerables ante la violencia de género, los abusos sexuales y la explotación, y corren el riesgo de convertirse en apátridas.
Asimismo, ACNUR denuncia que la mayoría pierden años de escolaridad.
«Sin considerar las circunstancias y las razones por las cuales se desplazan, los niños necesitan protección especial y apoyo«, dijo, citado en el comunicado, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi (foto).
«Los niños desplazados son ante todo niños, y deberían ser tratados como tales. Necesitan amor, cuidado y educación. Tendrían que ser capaces de expresar sus puntos de vista de forma libre y ser escuchados. Los centros de detención no son lugares para niños. La detención de niños migrantes debe parar», agrego Grandi.
Según los datos del ACNUR, 112,000 menores de edad presentaron solicitudes de asilo en 2015, el mayor número desde que comenzaron los registros hace diez años.
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EFE/Foto: dw.com