OSLO.- “El premio Nobel de la Paz fue una gran ayuda para mí, para los negociadores (FARC y gobierno) y para todo el pueblo colombiano”, comentó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, al llegar a Noruega para recibir el galardón este sábado.
«Vino como caído del cielo«, enfatizó el mandatario durante una rueda de prensa que ofreció este viernes en el Instituto Nobel.
Santos resaltó que la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) era «un sueño imposible» hace apenas unos años y que el reto principal ahora es que el Estado coordine la implementación del acuerdo «lo antes posible».
«La garantía principal es el apoyo de los colombianos, y creo que este aumentará cuando vean los beneficios del acuerdo», afirmó Santos, «muy feliz y honrado» por un premio que recogerá en nombre de todos los colombianos, sobre todo las víctimas, como ha reiterado en varias ocasiones desde que fue distinguido hace dos meses.
El mandatario llegó a Oslo con una comitiva de 30 invitados especiales, entre ellos víctimas del conflicto armado y miembros de su equipo negociador, pero nadie de la guerrilla, una ausencia que explicó por los problemas legales derivados de que tanto la Unión Europea como Estados Unidos la considera aún un grupo terrorista.
«No están aquí porque no quiero crear problemas a las autoridades noruegas, pensamos que no habría sido apropiado. Pero estarán en corazón y espíritu», declaró Santos, quien destacó que la UE está en trámites para sacar a las FARC de la lista de grupos terroristas y que «espera» que EEUU también lo haga.
Sin embargo negó que su Gobierno haya pedido a las autoridades estadounidenses la liberación del guerrillero Juvenal Ovidio Palmera, alias «Simón Trinidad«, extraditado a ese país en 2004.
Santos tuvo palabras de agradecimiento «profundo» para Noruega, país garante del proceso con Cuba, y resaltó su apoyo durante décadas al proceso colombiano y que había jugado un papel esencial durante la fase secreta previa a la mesa de diálogo creada en este país nórdico en octubre de 2012 y luego trasladada a La Habana. (ECHA- Agencias)