BRASILIA.- El testimonio de un alto ejecutivo de la constructora Odebrecht ha vuelto a remover los cimientos del modelo político de Brasil al señalar a la cúpula legislativa de haber recibido supuestos cobros ilegales de la compañía, en un nuevo escándalo que implica al presidente Michel Temer.
Ministros, diputados, senadores, asesores y hasta el propio Temer, decenas de políticos han sido señalados por el exvicepresidente de Relaciones Instituciones de Odebrecht Claudio Melo Filho, en una delación pactada a cambio de una reducción de penas y filtrada a los medios este viernes.
En el escrito de 82 páginas aparece citado el nombre de Temer un total de 43 veces.
La declaración de Filho, que ha provocado un nuevo terremoto en la política brasileña, apunta que Temer pidió al empresario Marcelo Odebrecht 10 millones de reales (unos 3 millones de dólares) para las campañas del PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) en el 2014.
Por aquel entonces, Temer era vicepresidente del Gobierno de Dilma Rousseff.
Filho revela que «trató pocas veces directamente con Temer» ya que se valía de las figuras del actual ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, y del secretario ejecutivo del Programa de Sociedades para la Inversión, Moreira Franco.
«Siempre supe que Eliseu Padilha representaba la figura política de Michel Temer», narra el alto ejecutivo.
Según el testimonio, del montante total solicitado, cuatro millones de reales (unos 1.2 millones de dólares), fueron recibidos vía Padilha, quien señaló en una nota que todo es «mentira».
El alto ejecutivo también relata, con pruebas adjuntas, su relación con la cúpula Legislativa de Brasil, que recibía «apoyo financiero», supuestamente no declarado y por tanto ilegal, por parte de la constructora a cambio de que diputados y senadores elaboraran leyes favorables para la actividad de la compañía.
La confesión salpica a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Renán Calheiros.
En el documento, hay un capítulo específico referido a Maia, diputado derechista del partido Demócratas (DEM), a quien Odebrecht pidió «apoyo» para la tramitación de una ley y este le solicitó a cambio «una contribución» por la campaña electoral a la Alcaldía de Río de Janeiro en el 2012.
«Decidí contribuir con el valor aproximado de 100,000 reales (unos 30,000 dólares), que fue pagado a principios del mes de octubre del 2013», manifiesta Filho.
Maia, que aparece identificado con el código de «Botafogo» en el llamado departamento de propinas de Odebrecht, era visto como «el punto de interlocución dentro de la Cámara de Diputados en defensa de los intereses de la empresa».
La asesoría de Maia, que calificó las informaciones de «absurdas», afirmó en un comunicado que nunca ha participado en alguna negociación con Odebrecht «para la aprobación de leyes o de cualquier otra propuesta».
También es señalado Calheiros, uno de los influyentes líderes del PMDB, pues aparece en el registro de cobros con el nombre de «Justicia».
«En 2010, como consta en los documentos que entregó mi empresa al Ministerio Público, se pasó una contribución financiera a Renán Calheiros, con el apodo de ‘Justicia'», declara Filho, quien agrega que la cantidad total enviada fue de 500.000 reales (unos 148.000 dólares), realizado en dos pagos.
El testimonio recoge las reuniones que tuvo con el presidente del Senado sobre legislaciones que afectaban a Odebrecht.
En uno de ellas, Filho afirma que Calheiros le pidió «expresamente» apoyo para su hijo, que sería candidato para el Gobierno del estado de Alagoas, y que verificase «si la empresa podría contribuir».
«Creo que el pedido de pago para la campaña de su hijo al Gobierno del estado de Alagoas (…) era una contrapartida por el fuerte apoyo dado a la renovación de los contratos de energía», revela Filho, quien interpretó que de no realizar el pago, «podría perjudicar a la empresa (Odebrecht) de alguna forma».
Calheiros, investigado en otros casos de corrupción por la Corte Suprema, manifestó que «la posibilidad de encontrar irregularidades en sus cuentas personales o electorales es cero».
La declaración de este alto ejecutivo es una de las primeras en filtrarse tras el acuerdo de lenidad alcanzado por Odebrecht con la Justicia en el marco de la investigación conocida como «Lava Jato», que desentraña el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil.
La compañía ha pedido públicamente disculpas y se ha comprometido a pagar cerca 6.800 millones de reales (unos 2.000 millones de dólares) de multa por su participación en la trama.
EFE/ Carlos Meneses Sánchez
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