MADRID.- Metal, rock, pop, indie, flamenco, música urbana, electrónica y hasta «dancehall», casi ninguna corriente se quedó sin un notable ejercicio musical en el año 2016, que entregó una gran cosecha de discos con sonoras despedidas, ansiados retornos que no decepcionaron y nuevos artistas que insuflaron vida al mercado.
— «Blackstar» (Sony Music), de David Bowie: Casi nadie pudo anticipar que este álbum, publicado pocos días antes de la muerte de su autor, se tornaría en su testamento. Oscuro, inquietante e incómodo en sus atmósferas, resulta aún más escalofriante leído como lo que finalmente fue, crónica anticipada en primera persona del ocaso de una estrella que ni aún así renunció a ser trascendente.
— «Blue & Lonesome», (Universal), de The Rolling Stones: Su primer disco de estudio en once años sacudió el panorama musical más en el apartado mediático que como hito evolutivo. De hecho, Sus Satánicas Majestades apostaron por mirar muy atrás, al «blues» clásico de los sesenta, para brindar un trabajo que agradó a la crítica y que contó incluso con la guitarra de Eric Clapton.
— «Lemonade» (Sony), de Beyoncé: Volvió a revolucionar el modo tradicional de lanzamiento de un álbum, se alzó más firme que nunca frente a los excesos policiales contra la población negra, abundó en su giro hacia la música alternativa y, sobre todo, supo como nadie convertir su vida en sustento artístico, tornando sin pudor la historia real de una infidelidad en material para su grandeza.
— «ANTI» (Universal), de Rihanna: En la pugna con «Lemonade» por el gran disco del año firmado por una de sus divas, la barbadense opositó con un trabajo que, sonando igualmente sofisticado y osado, mucho menos inmediato que sus anteriores entregas, renovó las raíces musicales caribeñas y entregó un puñado de canciones que moldearon masivamente 2016, en especial «Work», junto a Drake.
— «Blonde» (Boys Don’t Cry), de Frank Ocean: Muchos fueron los grandes destellos r&b del año, con Kanye West, Solange Knowles, James Blake o Blood Orange, pero ninguno como el mejor de los dos discos simultáneos que lanzó el 2016 este estadounidense. Cuatro años después del aplaudido «Channel Orange», la producción rebosa audacia y fragilidad en torno a su conmovedora voz.
— «A Moon Shaped Pool» (XL Recordings), de Radiohead: Thom Yorke y compañía sorprendieron con un primer sencillo, «Burn the Witch», que se encuentra entre lo mejor de su noveno álbum, el primero en cinco años, puede que menos experimental que el previo «The King of Limbs», pero definitivamente más elegante, con una gran carga melódica que, paradójicamente, no deja reposar nervios ni oídos.
— «Hardwired… To Self-Destruct» (Universal), de Metallica: Tan o más esperado que el álbum de los Stones, después de ocho años de sequía discográfica, la banda de metal volvió a sacudir a los amantes del género con un álbum lleno de chisporrotazos y llamadas de atención sociales que, para algunos medios, constituye lo mejor de su producción desde el mítico «Black Album».
— «2» (Warner Music), de León Benavente: El cuarteto echa mano de sus muchos años de oficio en la trastienda de la música alternativa y revalida con nota las esperanzas puestas tras su debut con «León Benavente» (2013), merced a una propuesta más incisiva y oscura en lo musical y una batería de nuevos himnos del «indie» español para festivalear como «La ribera», «Tipo D» o «California».
— «Aurora» (Warner Music), de Fuel Fandango: otra propuesta ávida de renovar el espectro musical, esta vez el español, fue la de este dúo que halló la combinación perfecta de dejes «soul», influencia flamenca y empuje electrónico en temas como «Salvaje» o «Toda la vida», con el aval de Niño de Elche y Estrella Morente.
— «Infinitos bailes» (Universal), de Raphael: Apostó más fuerte que Isabel Pantoja (otra de las protagonistas del año con su esperado retorno musical, «Hasta que se apague el sol») y se puso en manos de autores jóvenes para entregar una colección de frescos temas inéditos a la altura de algunas de sus joyas, como «Carrusel» (de Iván Ferreiro) o «Igual (loco por cantar»).
EFE/Javier Herrero