El exfutbolista brasileño Mario Jardel, un goleador nato que llegó a ser ídolo del Gremio y del Oporto portugués, fue despojado hoy de su mandato como diputado regional del estado de Río Grande do Sul tras protagonizar un escándalo de corrupción.
Jardel, que fue cinco veces goleador de la Liga portuguesa y artillero de la Copa Libertadores de América en 1995 y de la Liga de Campeones de la UEFA en 1999-2000, fue destituido por el voto unánime de sus 51 colegas en la Asamblea Legislativa de Río Grande do Sul, estado del extremo sur de Brasil.
Los legisladores aprobaron una resolución de la Comisión de Ética de ese organismo que recomendaba que Jardel fuese destituido del mandato por haber violado el código de honra de los parlamentarios regionales.
El proceso contra el exfutbolista fue iniciado en noviembre del 2015 cuando la Fiscalía formuló cargos contra Jardel por asociación para delinquir, malversación de fondos públicos, extorsión y falsificación de documentos.
La denuncia fue hecha luego de que la Fiscalía descubriera que el diputado regional exigía de la Asamblea el pago de salarios de asesores de su gabinete que no existían y se quedaba con una parte del salario de los que efectivamente trabajaban.
El exfutbolista también fue acusado de presentar recibos falsos para pedir el reembolso por viajes nunca realizados por sus asesores.
El proceso en la Asamblea Legislativa quedó estancado por varios medes debido a que en abril pasado el diputado presentó una licencia médica para alejarse del trabajo por 90 días alegando depresión y en noviembre solicitó una prórroga de la licencia.
En la época en que presentó la primera licencia, Jardel destituyó a 17 de los 21 integrantes de su formación, el Partido Social Democrático (PSD), que trabajaban en su gabinete y alegó que había recibido amenazas de muerte por su decisión.
Pese a las licencias, la Asamblea Legislativa decidió finalizar el proceso de destitución de Jardel por determinación de un tribunal regional.