NUEVA DELHI.- La ola de calor marcó más de 47°C en el estado indio de Telangana, algo que incluso ha hecho que el asfalto se derrita, mientras que en Andhra y Pradesh, la temperatura supera los 40 grados, dejando más de dos mil muertos en los últimos 15 días.
Los niños y ancianos de los estratos más pobres son los principales afectados por la abrasadora ola de calor que de acuerdo a las autoridades indias ha provocado la muerte de cerca de 2.200 personas.
Mientras tanto, en la capital del país, Nueva Delhi, los termómetros llegaron a los 41°C. «En Andhra murieron hasta ahora 1.636 personas por las altas temperaturas», informó Tulsi Rani, un funcionario estatal de gestión de desastres.
La cadena británica BBC Mundo señala que las autoridades cuentan 541 fallecidos en Telangana debido a la ola de calor, la más letal desde 1995, cuando fallecieron 1.677 personas por las temperaturas extremas.
Los afectados se cuentan por miles y se acumulan en los pasillos y en las salas de espera de los centros de salud.
«Llevo siete años trabajando en este hospital, pero este año se está sintiendo más el calor», reconocía a la BBC el doctor Anjaya, del Instituto Gandhi para Ciencias Médicas de Andhra Pradesh.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la temperatura ambiente óptima para el organismo es de entre 18°C y 24°C, cuando el cuerpo se mantiene a unos 36°C-37°C.
Cuando es más alta el cuerpo libera calor principalmente con el sudor, aunque la respiración y un ritmo cardíaco más alto también pueden expulsarlo.
Cuanto más calor hace y más húmedo es el ambiente, más sudor produce el cuerpo, lo que incrementa el riesgo de deshidratación.
Con el calor extremo el organismo comienza a luchar para poder enfriarse, lo que puede conducir a espasmos musculares, agotamiento e insolación.
El Centro para la Ciencia y el Medioambiente, una organización con base en Nueva Delhi, cree que la inusualmente alta cifra de este año se debe al aumento súbito de la temperatura.
«Las investigaciones más recientes muestran que las olas de calor cinco veces más frecuentes de lo que serían si no existiera el calentamiento provocado por el ser humano», señala Greenpeace en ese sentido. «Y la posibilidad de que las olas de calor estén siendo causadas por el cambio climático es de un 80%».
De acuerdo a la organización, de no limitar las emisiones de dióxido de carbono, se prevé que las olas de calor serán en 2040 doce veces más frecuentes que en la actualidad.
Esto, a su vez afectará la capacidad productiva global, según los expertos.
Un estudio publicado recientemente en la revista especializada Nature Climate Change estima que el aumento las temperaturas hasta ahora ha reducido la productividad global a un 90% de su capacidad. (ECHA- Agencias)