MOSUL.- Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) han recibido refuerzos y siguen ofreciendo resistencia en la ciudad septentrional de Mosul, su último gran feudo en Irak, mientras las tropas iraquíes luchan para arrebatarles el resto de los barrios orientales de la urbe.
El comandante de las fuerzas antiterroristas, Abdelwahab al Saadi, dijo a Efe que los combatientes del Estado Islámico usan «tácticas nuevas» en la batalla de Mosul y detalló que emplean drones con cámaras que retransmiten en directo las imágenes que captan.
Además, estos aparatos van cargados de explosivos y los terroristas los hacen estallar encima de los soldados.
Al Saadi agregó que los yihadistas disponen de vehículos bomba en viviendas de los barrios de Mosul y los lanzan contra las tropas gubernamentales para obstaculizar su avance dentro de la ciudad.
El militar explicó a Efe que los radicales suelen llevar a cabo sus ataques por la noche y aprovechan el mal tiempo o las horas punta para perpetrar los atentados contra sus enemigos.
Agregó que los combatientes del Estado Islámico abren muchos frentes al mismo tiempo con el objetivo de confundir a sus rivales, pero estos intentos suelen fracasar porque las unidades antiterroristas «tienen experiencia para hacer frente a todos los instrumentos de los yihadistas«.
Al Saadi dijo que sus hombres lograron abatir el miércoles a trece terroristas suicidas, entre ellos algunos extranjeros, que habían llegado al barrio de Al Karama como refuerzos.
Uno de los soldados de esas unidades, Haidar Ali, de 34 años, señaló a Efe que durante la operación para tomar Al Karama, liberado el 1 de enero, los yihadistas emplearon a más de 50 familias como escudos humanos.
«Durante nuestro avance empezaron a dispararnos desde lo alto del edificio» donde estaban retenidas esas familias, aseguró Ali, lo cual hizo que las fuerzas no pudieran responder al fuego.
Según la agencia de noticias Amaq, cercana al grupo terrorista, al menos 570 uniformados de las fuerzas iraquíes murieron entre el 27 de diciembre de 2016 y el 2 de enero de 2017 en la ofensiva de Mosul.
La agencia, cuya información no ha podido ser verificada, detalló que al menos 92 de ellos perecieron por tiros de francotiradores del Estado Islámico y que, en ese mismo periodo, el grupo llevó a cabo diecisiete ataques suicidas.
El portavoz de la Comandancia de las Operaciones Conjuntas, general Yehia Rasul, dijo a Efe que las fuerzas iraquíes tienen como objetivo actualmente hacerse con el control del barrio industrial de Mosul, donde los yihadistas fabrican la mayor parte de su armamento.
«La toma de control de este distrito acelerará el fin de la batalla», aseguró Rasul, el cual indicó que el Estado Islámico dispone de armas y municiones almacenadas.
Una residente del barrio de Al Karama, identificada como Um Mohamed, declaró a Efe que su marido murió en un bombardeo de la aviación gubernamental contra los yihadistas.
«Nos utilizaron como escudos (humanos) en la guerra, esto es lo más cruel de Dáesh (acrónimo árabe del Estado Islámico)», denunció la mujer, que tuvo que huir al barrio de Kukyeli con sus cuatro hijos porque es el más seguro de la parte oriental.
Las fuerzas iraquíes irrumpieron en el núcleo urbano de Mosul desde el frente este y conquistaron Kukyeli a principios de noviembre, dos semanas después de haber lanzado una gran ofensiva para expulsar al Estado Islámico de su «capital» en Irak.
Aun así, el pasado 22 de diciembre el Estado Islámico hizo explotar tres vehículos conducidos por suicidas en el corazón del distrito, lo que provocó la muerte de al menos treinta personas, entre civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
La organización radical ha lanzado numerosos contraataques en los barrios orientales de Mosul reconquistados por las tropas, mientras sigue manteniendo un férreo control sobre la mitad occidental de la urbe, ubicada en la orilla oeste del río Tigris.
Por el momento, el Estado Islámico se resiste a abandonar su último bastión urbano en Irak, donde irrumpió en junio de 2014 y desde el cual proclamó su «califato» en julio de ese año.
EFE/ Video EFE